Cinco detenidos en Argentina por el asesinato de la niña secuestrada
Cinco personas fueron detenidas la noche del lunes en Argentina por el asesinato de la niña Candela Rodríguez, cuyo cuerpo fue hallado el miércoles pasado, nueve días después de que se la viera viva por última vez. El caso de Candela ha conmovido a todo este país sudamericano, donde la inseguridad es una de las principales preocupaciones sociales, pese a que los índices de homicidio son de los más bajos de la región.
La ministra de Seguridad de Argentina, Nilda Garré, ha criticado a los medios de comunicación por la difusión de datos sobre la investigación judicial durante los días en que la niña de 11 años permanecía secuestrada. También ha censurado al Gobierno de la provincia de Buenos Aires, tan peronista como el nacional, por la filtración de información a la prensa.
Los fiscales del caso ahora tratan de mantener el hermetismo sobre la investigación. En los medios se especula con que el secuestro y el asesinato de Candela pueden obedecer a una venganza contra su familia. El padre de la niña está preso por asaltar camiones. La tía política y el novio de otra tía de Candela habían sido secuestrados en los últimos meses por una banda de civiles y expolicías que chantajeaban a narcotraficantes.
Cerca de casa
Los cinco arrestados por la policía bonaerense son la propietaria de la casa donde estuvo Candela en cautiverio, a tres kilómetros de su hogar y a 500 metros de donde apareció su cuerpo asfixiado, en la localidad de Villa Tesei, en la periferia de Buenos Aires; un sospechoso de haber llevado comida a la vivienda durante el secuestro; y tres personas vinculadas a la furgoneta en la que se presume que se trasladó el cadáver hasta el terreno baldío donde una indigente lo halló.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que recibió a la madre de Candela durante el secuestro, había designado en diciembre a Garré como ministra para darle a su política de seguridad un enfoque más progresista y para luchar contra la corrupción de la Policía Federal. En cambio, su correligionario Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires, mantiene una política más conservadora. El ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, deberá comparecer hoy ante el Parlamento provincial para explicar su actuación en el caso de Candela.
