Cuarteto de lujo con acento inglés

Va a ser difícil volver a ver en el Lido a una tropa tan espectacular como la que formaron ayer en la sala de prensa de la Mostra de Venecia Gary Oldman, Colin Firth, John Hurt y Benedict Cumberbatch. Cuatro generaciones de actores británicos que representan lo mejor de cada casa y que se presentaban en distinguido cuarteto con motivo de la proyección en el certamen italiano de El topo, la magnífica película de Tomas Alfredson. Con la bendición general de la crítica, rendida al talento de un reparto pluscuamperfecto, la cosa se presentaba plácida y así fue. "La introspección de Smiley, toda esa contención en sus gestos, todo eso estaba ya en el libro, así que lo único que tuve que hacer es buscar esa referencia: todo lo que necesitaba estaba allí". Hablaba Oldman de su personaje en la película -un espía retirado- usando su micrófono pero la cosa sonaba como si lo tuviera apagado ya que el actor mantiene un tono oratorio bajo, tanto que algunos tuvieron que pegar su oreja a los altavoces de la sala. Tomas Alfredson, director de El topo, defendió después su parcela con vehemencia: "Sé que está de moda citar a tres o cuatro referentes cuando eres director de cine, pero lo cierto es que yo intento crear mi propio estilo, sin fijarme en lo que hacen o hayan hecho otros realizadores".

El mejor de todos los presentes, ágil hasta decir basta, fue Benedict Cumberbatch, que amenaza con convertirse en uno de los mejores actores del planeta: "¿Que si estoy en mi mejor momento? Pues supongo que sí, la verdad es que no lo sé pero estoy muy contento de haber trabajado con todos estos señores en esta película... ¿Sherlock Holmes? Pues el miércoles pasado acabamos de rodar la segunda temporada, pero no tenía esta pinta que tengo ahora, obviamente

[el actor lucía un intenso peinado rubio]".

Colin Firth, lacónico en grado sumo, afirmó: "El Oscar no ha cambiado nada, sigo haciendo lo que hacía antes". El inmenso remate lo puso John Hurt cuando alguien le comentó que él era el único miembro del reparto que estaba por allí en tiempos de la guerra fría. Ante el cachondeo del respetable, Hurt citó al escritor Robert Bolton: "La muerte nos llega a todos, incluso a los reyes les llega". Al periodista, un veterano en estas lides, se le borró la sonrisa de la cara.