Los Consistorios piden un plan para estabilizar sus cuentas

Las entidades municipalistas quieren que la Generalitat ponga de su parte para mejorar la paupérrima situación de las arcas locales catalanas. La Federación de Municipios de Cataluña (FMC), que agrupa a la mayoría de localidades gobernadas por la izquierda, y la Asociación Catalana de Municipios, con preeminencia de Convergència i Unió, se reunieron ayer durante dos horas con la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, y el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, para buscar medidas que mejoren la situación financiera de los municipios. Sobre la mesa, el colapso que viven 40 municipios y el riesgo de que más Ayuntamientos embarranquen si no se ponen soluciones. El presidente de la FMC y alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, presentó un plan a la Generalitat para equilibrar las cuentas locales. El alcalde avisó: los Ayuntamientos están teniendo grandes problemas para cuadrar los Presupuestos de 2011 y les será todavía más complicado cerrar las cuentas para 2012 si no se ponen soluciones.

Bustos avisa de que, si no se actúa, más Ayuntamientos serán insolventes

El plan que propone la FMC consta de cuatro puntos. La cuestión que más urge a los municipios es el retorno del dinero que la Generalitat adeuda. La federación municipalista calcula, según un muestreo, que el montante que el Ejecutivo debe a todas las localidades llega a los 500 millones de euros. "Nos tienen que decir la deuda viva exacta, cómo y cuándo nos la pagarán. Si no tenemos un calendario claro, se pueden generar tensiones presupuestarias", avisó Bustos. La FMC quiere conocer qué recibirán los municipios en octubre, justo a tiempo para abordar las cuentas de 2012. El alcalde de Sabadell alertó de que las dificultades económicas se pueden agravar y reiteró que las arcas municipales se encuentran en una situación de "precolapso". "Se podría generalizar la situación de Ayuntamientos que no pueden ni pagar las nóminas", recalcó Bustos.

El segundo punto del plan de la FMC reclama un cambio en la normativa para optimizar los recursos que reciben los municipios. Los Ayuntamientos piden que el dinero condicionado a una inversión se pueda destinar a otro fin durante dos años. Así, por ejemplo, si la Generalitat pone la mitad del dinero para construir un polideportivo, el Ayuntamiento con dificultades financieras podría dedicar este montante a otras necesidades económicas más urgentes.

La tercera demanda que el ente municipalista trasladó a la vicepresidenta atañe directamente a las afectaciones que tienen en los municipios los recortes de la Generalitat. Bustos exhortó al Ejecutivo a concretar mejor qué partidas quedan reducidas y qué afectaciones tienen para los Consistorios. El alcalde de Sabadell puso como ejemplo el sobrecoste que puede tener para las localidades la reducción de dinero para guarderías municipales y las escuelas de música.

La cuarta petición de la lista municipalista debe pasar por el Parlament. La FMC estipula que hay leyes que, al obligar a gastar dinero a los Consistorios, afectan de forma negativa a sus arcas en una crisis como la actual. Bustos citó como ejemplo la iniciativa legislativa popular que obliga a los entes locales a costear la creación de plazas de guardería. No entra en esta lista la ley de barrios, que fue defendida por el alcalde de Sabadell.

El presidente de la FMC se mostró satisfecho por el resultado de la reunión, ya que la Generalitat se comprometió a "estudiar" las demandas. Sin embargo, fuentes del Gobierno citadas por Efe aseguraron que, excepto la petición de cambio legislativo, el resto de demandas tienen pocos visos de prosperar. La vicepresidenta detalló sus peticiones a los entes municipalistas en una entrevista previa a Catalunya Ràdio. Ortega pidió a Bustos que presione al Estado para que acepte una moratoria en el pago del dinero que las corporaciones locales deben al Gobierno central. El alcalde de Sabadell aceptó hacer causa común con la Generalitat.

El encuentro entre Bustos y Ortega -que antes de la reunión tuvieron una charla privada-, sirvió para limar asperezas entre ambos dirigentes tras la agria polémica que mantuvieron la semana pasada por la Renta Mínima de Inserción. Ortega había asegurado que Bustos aprobaba el cambio en la forma de pago de la RMI, y el alcalde de Sabadell la acusó de mentir. Su encuentro sirvió para enterrar el hacha de guerra y no entorpecer las relaciones entre la FMC y la Generalitat.