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Cospedal multa pero no paga a las farmacias que cerraron

La presidenta de Castilla-La Mancha aduce que no dispone de los 125 millones que les adeuda - Las boticas amenazan con cobrar los medicamentos al ciudadano

La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, multa pero no paga. La secretaria general del PP irrumpió ayer, tras semanas desaparecida, sin propuesta ninguna para solucionar el conflicto que mantiene su Ejecutivo con los farmacéuticos, a los que adeuda 125 millones por medicamentos con receta. No hay dinero para pagar, dijo, y en un tono amenazante advirtió: "Vamos a comenzar el procedimiento sancionador" contra los más de 700 boticarios que cerraron el jueves para exigir el abono de la deuda".

El sector esperaba una solución financiera a los impagos, pero no la tuvo. Cospedal solo llegó con el anuncio de que se ha negociado con entidades financieras para que den "un tratamiento muy favorable" a los farmacéuticos, y que hay quien ya se ha acogido a esas medidas. Este es precisamente uno de los puntos de conflicto. La patronal quiere que en ese acuerdo la garantía de los posibles créditos -que quieren que el consejero les explique- sean las facturas que les adeuda la comunidad, y no sus bienes como ya ha sucedido en Murcia.

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Tanto Cospedal como el consejero de Salud, José Ignacio Echániz, echaron la culpa al anterior Ejecutivo, del PSOE, al que acusaron de haber gastado "en seis meses el 80% del presupuesto". "Barreda ya no pagó la factura de mayo porque no tenía dinero", dijo Cospedal. Echániz recalcó el carácter excepcional del sector, ya que otros proveedores tardan más de un año en cobrar. La presidenta autonómica admitió que "cobrar todos los meses sería normal", pero insistió en que era imposible

Los farmacéuticos habían advertido horas antes que no se quedarán quietos, que barajan otras medidas de presión. La más extrema es cobrar a los pacientes por los medicamentos y que sean estos quienes vayan luego al servicio regional de salud (SERCAM) a que se les reintegre la parte que les corresponda. ¿La razón? "Las recetas han dejado de tener valor como medio de pago", dijo ayer la presidenta de la patronal regional (FEFCAM), Dolores Espinosa.

Espinosa admite que cobrar por las facturas sería la última solución, y cree que todavía hay una serie de pasos posibles. "Las asambleas siguen abiertas. Hay que ver las próximas medidas". Estas pueden pasar por repetir el cierre (se había barajado hacerlo semanal, con lo que el próximo sería el jueves 18) o por hacerlos más prolongados -hay resquicios legales para suspender el servicio durante un periodo por obras o formación de los titulares-.

Tras el éxito del cierre patronal de ayer, seguido por más del 90% de las oficinas convocadas que no tuvieron que hacer guardia, Espinosa opina que la respuesta de que "no hay dinero" no es de recibo. "La obligación de garantizar el servicio es de la Administración", remachó el presidente nacional de la patronal FEFE, Fernando Redondo. De lo que ninguno duda es de que, ante la falta de liquidez, los proveedores no servirán a las farmacias y habrá desabastecimiento de fármacos.

Sobre las multas, Espinosa tiró de ironía. "Bastante sanción es que no nos paguen", dijo. Juan de la Cruz, asesor legal de la patronal, matizó: "A lo que los farmacéuticos están obligados es a dar continuidad en el servicio, y eso se hizo con las guardias [la hicieron 221 oficinas]". Arropada por Redondo y los presidentes regionales de otras comunidades con problemas para el cobro, como el de Murcia, Miguel Chamorro, y Baleares, Guillermo Torres, Espinosa se quejó de esa amenaza. "Ninguna ley puede obligarnos a arruinarnos". Aun así, si las sanciones llegan, aparte de recurrirlas, con ironía apuntó otra solución: "Que lo descuenten de lo que nos pagan".

Ante esta situación, De la Cruz, apuntó a otra posible solución. Que el Estado central avale las deudas de las autonomías "como ha hecho con el sector bancario" ya que se trata de una prestación que afecta a todos. Además, "si una comunidad deja de ofrecer medicamentos, los ciudadanos se irán con su receta a la limítrofe".

María Dolores de Cospedal (derecha), presidenta de Castilla-La Mancha.
María Dolores de Cospedal (derecha), presidenta de Castilla-La Mancha.MARIANO CIEZA MORENO (EFE)

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