Desalojada... a la tercera
Había 14 furgonetas de la policía, medio centenar de agentes, un cordón policial y hasta un helicóptero sobrevolando la zona. La calle Cuevas de Altamira, en Carabanchel, parecía haber sido escenario de un crimen. Pero en realidad, se trababa del operativo montado para desalojar a una mujer y a su hijo adolescente de un piso del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) por un impago de alquiler.
Era un desalojo que ya había sido aplazado en dos ocasiones; en ambas habían participado numerosos activistas del movimiento 15-M. Pero ayer, los policías nacionales y municipales madrugaron. La asistencia de medio centenar de activistas sirvió de poco. A la una de la tarde el desalojo había terminado. "Me han dejado en la calle", decía Mari Carmen, de 52 años, sin aún tener claro dónde pasaría la noche.
Mari Carmen asegura que su desalojo es injusto, pues ya había liquidado sus deudas de alquiler (unos 1.300 euros). El Ivima argumenta que el pago se realizó fuera de plazo y señala la elevada conflictividad de la mujer.
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