Los recortes dejan fuera de servicio al menos 34 ambulancias hasta 2012
Salud admite que se doblará el tiempo medio de respuesta, que pasará de 10 a 20 minutos - Los sindicatos calculan que los vehículos parados serán más de 50
La sanidad pública catalana también retrasará su tiempo de respuesta este verano: a la reducción de horarios en un centenar de centros sanitarios, 40 de ellos clausurados durante el mes de agosto, se añade la reducción del servicio de ambulancias. Un portavoz del Servicio de Energencias Médicas (SEM) admitió ayer que el objetivo del Departamento de Salud es reducir un 6% anual los servicios prestados por este organismo, lo que equivale a dejar aparcadas y sin personal 34 de las 320 ambulancias del SEM que tienen turnos de 12 horas.
Los sindicatos CC OO, UGT y USOC sostienen que los recortes aún serán más duros en lo que queda de año, ya que al tener que lograr un ahorro del 6% anual en apenas seis meses, la reducción de aquí a final de año superará el equivalente a medio centenar de vehículos. Salud revisará tras el verano el ahorro logrado con este recorte antes de decidir si emprende nuevos ajustes para alcanzar el objetivo del 6% anual o suaviza el tijeretazo. Los trabajadores del sector, por su parte, empezaron ayer una huelga indefinida contra los recortes.
La medida deja, por ejemplo, extensas comarcas, como la del Ripollès, con dos vehículos sanitarios, uno de los cuales, además, está ocupado trasladando pacientes entre la zona y el hospital Josep Trueta de Girona, a casi tres horas de distancia. Decenas de municipios de esta y otras zonas claman estos días contra los recortes. "No entendemos que reduzcan este servicio: de la capacidad de respuesta de estas ambulancias dependen vidas. Una urgencia suele ser cuestión de poco tiempo", lamentó Gervasi Aspa (ERC), alcalde de Deltebre (Baix Ebre, 12.000 habitantes). La localidad aprobó en pleno municipal una moción por la que rechaza los recortes de la Generalitat.
Salud señala que mantiene un centenar de unidades de apoyo vital avanzado e intermedio, y que los criterios para el recorte tienen en cuenta el horario de los centros sanitarios, por lo que se seguirá atendiendo todas las urgencias, aunque sea más tarde. El tiempo medio pasará de 10 a 20 minutos, calculan fuentes de Salud.
Los sindicatos, por su parte, alertan de que en zonas aisladas la espera por una urgencia puede alargarse hasta 50 minutos porque los vehículos deberán cubrir emergencias fuera su zona de cobertura habitual. "Y si a la ambulancia que cubre varias localidades se le solapan dos o más servicios, la demora puede alargarse horas", avisa un portavoz de UGT.Las localidades de mediano y pequeño tamaño que se hallan más alejadas de Barcelona son las más afectadas por el tijeretazo de vehículos sanitarios de emergencia. Las comarcas de Girona y las de la Cataluña central pierden cerca de un centenar de horas diarias de servicio cada una, el equivalente a dejar en el garaje unas 10 ambulancias, según los sindicatos. La zona de Tarragona pierde unas 78 horas de servicio diario, además de las cerca de 60 horas que se recortan en las comarcas del Ebro, señalan fuentes de Salud. El comité de ambulancias de Reus, por su parte, denuncia que se han reducido de 25 a 20 las ambulancias operativas en la zona de Tarragona. El área barcelonesa pierde unas 75 horas diarias, por 63 horas de Lleida, informa Lluís Visa. El Alto Pirineo pierde 30 horas de servicio diario y el Baix Llobregat cede 72 horas.
La Cataluña interior y las comarcas gerundenses se han echado a la calle para recuperar los servicios de ambulancias recortados por la Generalitat, incluidas localidades con alcaldes de CiU, el mismo partido que orquesta los recortes. Más de 1.500 personas se han adherido a las protestas en Igualada (Anoia, 40.000 habitantes), ciudad que ha perdido una de las dos ambulancias de 24 horas. Este vehículo pasará ahora a cubrir únicamente el turno de medianoche, hasta las ocho de la mañana. "Aunque esa ambulancia realice solo una salida al día, si sirve para salvar una vida, no tiene precio", reza el manifiesto promovido por los sindicatos de la localidad, que ya han recogido unas 16.000 firmas.
En el Ripollès, solo dos ambulancias deben cubrir una zona montañosa de unos 1.000 kilómetros cuadrados de extensión. "Es un área desprotegida. Si una ambulancia debe trasladar algún paciente al hospital más cercano, en Girona capital, ya tiene unas tres horas de trayecto", señala Lourdes Alsina, de CC OO.
La localidad ilustra los embrollos que genera el nuevo esquema de atención sanitaria: los habitantes del municipio quedan ahora a merced de las dos ambulancias que atenderán a toda la comarca. Una de ellas está destinada a los traslados entre hospitales, por lo que, en la práctica, una sola ambulancia deberá cubrir la mayoría de las urgencias de día.
"Ya estábamos bajo mínimos", se queja Jordi Munell (CiU), alcalde de Ripoll (Ripollès), de 11.000 habitantes, que se ha quedado sin una sola ambulancia. Pese a formar parte de las filas de CiU, Munell no ahorra críticas a la decisión del Departamento de Salud. "El ahorro debe aplicarse de forma racional, teniendo en cuenta las particularidades de cada territorio", afirma. "Es un territorio muy extenso y con pueblos pequeños y demasiado dispersos. Estamos preocupados", subraya el alcalde.
Empuriabrava (Alt Empordà) y Arbúcies (Selva) también se han quedado sin ambulancia. Esta última localidad lleva una semana de protestas y ayer volvió a manifestarse para garantizar la atención sanitaria de calidad. "No descartamos acudir a los tribunales para recuperar la sanidad pública", avisó el alcalde, Pere Garriga.
En otras localidades, como Besalú (Garrotxa), de 2.500 habitantes, la eliminación del servicio implica retrasos significativos en el tiempo de respuesta a los enfermos. En este pueblo turístico, que en verano suele duplicar su población, la ambulancia que funcionaba todo el día ahora solo lo hará por la noche. "El servicio diurno lo cubrirán vehículos que tardarán más de 20 minutos en llegar", lamenta CC OO.
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