MIR para profesores

Como médico formado por el sistema MIR y tutor de médicos internos y residentes de medicina interna, me ha sorprendido la idea de Rubalcaba sobre la aplicación del MIR a los profesores. En mi opinión, puede ser un avance en el cambio del sistema educativo.

El MIR que existe en nuestro país desde 1963 ha resistido la fuerza arrolladora del tiempo y ha transformado la medicina empírica en científica. El MIR no es solo hacer un examen nacional sincrónico desde 1978. Es el ejercicio médico (también de farmacéuticos, psicólogos, enfermería, físicos, químicos, etcétera) durante cuatro o cinco años con responsabilidad progresiva, programada y supervisada -responsabilidad creciente y supervisión decreciente- hasta adquirir el grado de especialización, conocimientos y habilidades propios del siglo XXI.

La calidad de la enseñanza no mejora con más pruebas u oposiciones. Pero el cambio del sistema educativo puede iniciarse con la formación de los profesores, una especie de PIR en centros acreditados, con programas y comisiones de docencia, tutores y jefe de estudios. Al igual que la labor asistencial supervisada de los MIR es imprescindible para el SNS, los PIR con su labor docente podrían serlo para el sistema educativo.

El PIR sería el mejor futuro para la enseñanza que se reclama, más participativa, creativa y experimental. Al menos las nuevas tecnologías no serían un choque generacional.

A lo último, el PIR podría realizar, al igual que el MIR, rotaciones externas o viajes científicos al extranjero, al estilo de las estancias de la residencia de estudiantes. La potente idea de Rubalcaba, como profesor, está dentro del realismo de Stendhal, "ver en lo que es". Lo demás es resiliencia al progreso.