Las oficinas abren sin sobresaltos

La CAM abrió ayer sus oficinas con aparente normalidad y acabó el día sin grandes retiradas de capital en ventanilla, tras la sucesión de acontecimientos que provocaron el viernes la intervención de la entidad por el Banco de España. Una gran parte de sus clientes en la Comunidad Valenciana, y particularmente en Alicante, son de larga fidelidad a la caja. Otra cosa es el malestar y la indignación que manifiestan los impositores por la gestión de la que es una de las principales señas de identidad de la provincia. "Algunos vinieron con una actitud agresiva a pedir explicaciones", reconoce la cajera de una sucursal.

María, clienta "de toda la vida", considera "vergonzoso lo que ha pasado". "No han sabido gestionarla y ahora se ha convertido en una inmobiliaria más. Ya no sé a qué vengo, está todo lleno de carteles de pisos y tienes la sensación cuando estás dentro de que vas a aprovecharte de la vivienda que le han quitado a otra persona", dice. Rocío es aún más dura. Cree que los directivos "no tienen vergüenza" y lamenta que "aquí no pague nadie por lo que hace" después de que "se lo hayan llevado entre cuatro". "Y, mientras, te suben el tipo de interés, no te dan un préstamo, te crujen a comisiones... Estoy indignada", dice. Casi sin querer pararse, Javier añade: "Tenían que haberla intervenido antes y nos hubiéramos ahorrado muchos problemas".

También manifiesta un cierto escepticismo, pero con los bancos en general, María del Carmen. "Son bastante impresentables; a mí nunca me han solucionado un problema con agilidad". A la salida de una céntrica oficina de la caja alicantina, acusa: "Es un tema muy grave y hay que meterlos en la cárcel si los implicados en la gestión anterior dejan de ser presuntos", aunque ya intuye que "a estos señores no les pasará nada, ya estamos acostumbrados".

Fede sale con su pareja de poner al día sus cuentas. Ahora se ve "mejor asociado con el Banco de España". Él estima que la situación afectará "poco a los clientes y más a los trabajadores de la caja, pero a nosotros nos ha dado seguridad". "Todavía me acuerdo de la inversión ruinosa en Terra Mítica", recapitula. "Y me gustaría saber cuánto dinero le debe la Generalitat" a la CAM. Porque Fede cree que la intervención ha sido la consecuencia de una gestión política de la caja, aunque tiene poca fe en el futuro, "porque hay unos políticos culpables y ahora otros políticos intentan arreglarlo". "Todo esto es un problema creado por políticos y dirigentes que han ganado mucho dinero".

Aunque el disgusto es general, ninguno de los consultados había ido a la CAM para retirar su dinero. En general, quienes pasan por la ventanilla o el cajero son pequeños ahorradores, la inmensa mayoría de los 3,3 millones de clientes de la CAM.