Carrera contra el olvido
Victoriano Sanz Araujo fue sacristán y alcalde de La Acebeda. Su testimonio daba fe de que desaparecieron de la iglesia del pueblo unos altares, un retablo y unas imágenes. Su recuerdo mantuvo vivo el expolio, Sanz Araujo estuvo durante años dándole vueltas al asunto. Su muerte amenaza con acabar con esta reivindicación. No hay fotos, no hay un inventario. El tiempo corre en contra de los que aún recuerdan algo de este asunto.
Todos los preguntados por la desaparición tienen una teoría de lo que ocurrió con las obras de arte del pueblo. Unos creen que fueron vendidas, otros que están en una catedral. ¿Qué ocurrió?
¿Los altares fueron trasladados a otra iglesia con una población mayor? ¿Se vendieron a un anticuario (práctica habitual en la época)? La pregunta última es esta: ¿Dónde están las obras de arte de La Acebeda? El pueblo espera tan solo una pista que pueda reactivar su búsqueda.
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