La crisis cerca a Cameron
La dimisión de los dos máximos jefes de Scotland Yard salpica al primer ministro - Hallado muerto el periodista que denunció las escuchas de 'News of the World'
David Cameron se convirtió ayer en la principal víctima política del desplome de la cúpula de Scotland Yard. A la dimisión el domingo del jefe de la Policía Metropolitana, sir Paul Stephenson, se unió ayer la de su número dos, John Yates, el hombre que decidió en dos ocasiones en el pasado que no valía la pena seguir investigando las escuchas ilegales del diario News of the World porque no había indicios de que fuera un problema generalizado. El día se cerró con gasolina para quienes creen en las teorías conspirativas al ser encontrado muerto Sean Hoare, el primer periodista que denunció públicamente las escuchas del News of the World.
La de Scotland Yard es una crisis sin precedentes a menos de un año de la cita crucial de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres en el cuerpo responsable de la seguridad de la capital británica y de la lucha antiterrorista en Inglaterra y Gales.
Cameron ha tenido que reducir a dos días su viaje a Sudáfrica y Nigeria
El laborista Miliband se está convirtiendo en el triunfador político del caso
Como Stephenson la víspera, Yates se marchó ayer defendiendo su honor. Pero luego se supo que anunció su dimisión apenas minutos antes de que se fuera a hacer pública su suspensión después de que la Comisión Independiente de Quejas sobre la Policía (IPCC) decidiera abrir expediente a los cuatro principales cargos policiales del país en el pasado reciente, incluidos Stephenson y Yates.
Al primero, para dilucidar "su papel general en la investigación de las escuchas telefónicas". A John Yates, por idéntico motivo y, en concreto, por su papel en la decisión de julio de 2009 de no reabrir el caso a pesar de las nuevas informaciones divulgadas entonces por la prensa. Pero también, oh sorpresa, "por su supuesta implicación en conseguir de forma inapropiada un empleo para la hija de un amigo". Según la BBC, ese amigo es Neil Wallis, el exdirector adjunto de News of the World contratado por el dimitido sir Paul Stephenson como relaciones públicas.
Neil Wallis estaba fuera del radar de las escuchas hasta que fue arrestado el pasado jueves. Pero ayer se convirtió en el árbitro involuntario de una soterrada pero brutal polémica entre el dimitido jefe de Scotland Yard y el primer ministro, Cameron, que al parecer se puso como un basilisco al saber que sir Paul le ocultó la semana pasada que Scotland Yard había contratado los servicios de Wallis.
El policía le envió un sibilino dardo político al explicar el domingo por la noche que no lo había hecho para no poner al primer ministro en un aprieto. ¿Por qué? Porque Wallis nunca había sido relacionado con las escuchas hasta la semana pasada, dos años después de ser contratado por Scotland Yard. En cambio, el primer ministro contrató como director de Comunicación del Partido Conservador y luego en Downing Street a Andy Coulson cuando este ya había tenido que dimitir como director de News of the World debido al escándalo de las escuchas.
El irónico y críptico comentario de sir Paul ha servido para resucitar la polémica sobre Coulson, uno de los aspectos de la crisis de las escuchas con más potencial para dañar a David Cameron. El líder de la oposición y del Partido Laborista, Ed Miliband, que se está convirtiendo en el gran triunfador político de la crisis, volvió a echar en cara al primer ministro su falta de sentido común por contratar a Coulson y también su tozuda negativa a admitir que fue un error.
Cameron le respondió con muy poca convicción desde Sudáfrica con el peregrino argumento de que las decisiones de Scotland Yard tienen más relevancia que las del Gobierno porque, al liderar la investigación, son clave para transmitir confianza a los ciudadanos.
El primer ministro, siempre a contrapié desde que empezó la crisis, se ha visto obligado a recortar de cinco días a menos de dos un viaje de promoción comercial a Sudáfrica y Nigeria. La torpeza de las fechas que Cameron elige para viajar a África empieza a ser legendaria: en el verano de 2007, cuando era líder de la oposición y Gordon Brown acababa de ser nombrado primer ministro, se fue a África en una campaña contra la pobreza mientras su circunscripción electoral, cerca de Oxford, sufría las peores inundaciones en décadas. Ahora se ha ido por cinco días en plena crisis de las escuchas y volverá precipitadamente hoy, tres días antes de lo previsto, porque los Comunes han decidido retrasar un día el inicio de las vacaciones de verano y debatir mañana la comparecencia de hoy de Rupert y James Murdoch y Rebekah Brooks en la comisión de Cultura para responder a los diputados sobre las escuchas.
El caso adquirió ayer tintes aún más novelescos al encontrarse en su domicilio de Watford, noroeste de Londres, el cuerpo sin vida de Sean Hoare, antiguo reportero de Espectáculos de News of the World, despedido en 2005. Hoare declaró en su día a The New York Times que David Coulson no solo estaba al corriente de las escuchas ilegales sino que animaba a los redactores a utilizar ese sistema para conseguir información. Luego declaró a la BBC que Coulson le había pedido personalmente a él que interceptara llamadas telefónicas y que mentía cuando negaba conocer las escuchas.
La policía no considera sospechosa la muerte del periodista pero ha calificado su fallecimiento de "no explicado". Según la BBC, Hoare le explicó hace 10 días a un amigo que se encontraba enfermo y tenía problemas con el alcohol y las drogas.
15 días de crisis
- 4 de julio. El tabloide News of the World (NoW) espió, en 2002, los mensajes de móvil de la niña de 13 años Milly Dowler, que en ese momento se hallaba desaparecida -luego se supo que fue secuestrada y asesinada-. El pinchazo al buzón de voz dio esperanzas a la familia y a la policía de que la niña seguía viva, ya que se borraron mensajes por si entraba alguno nuevo. La revelación, hecha por el diario The Guardian, desata la indignación de los británicos. Entonces, Rebekah Brooks, mano derecha de Rupert Murdoch, propietario del tabloide, era la directora.
- 6 de julio. El escándalo es de tal magnitud que llega a la Cámara de los Comunes, donde hay un debate de tres horas sobre el asunto, y se convierte en una crisis política. El primer ministro, David Cameron, califica el pinchazo de "espantoso".
- 7 de julio. La denuncia de que News of the World espió a familiares de soldados caídos en Afganistán e Irak agudiza la crisis. Murdoch anuncia el cierre del periódico después de 168 años de existencia. La maniobra se percibe como un intento de frenar la contaminación a otros medios y de no poner en peligro la compra del 100% de BSkyB, la principal cadena de televisión de Reino Unido, de la que Murdoch ya posee el 39%.
- 8 de julio. La policía detiene
a Andy Coulson, dado que él dirigía el periódico cuando
se realizaron otras supuestas escuchas hasta a 4.000
personas. Fue responsable
de comunicación del Partido Conservador y del primer ministro, David Cameron. Este propone que se inicie una investigación para analizar las acciones del periódico y otra sobre el comportamiento de la policía. También es detenido Clive Goodman, periodista de NoW, acusado de pagar a la policía para pinchar teléfonos.
- 11 de julio. Sale a la luz que The Sun accedió ilegalmente al informe médico del hijo enfermo de Gordon Brown cuando este era ministro del Exchequer.
- 13 de julio. Murdoch retira la oferta de compra del 100% de BSkyB, tras una ofensiva política encabezada por el líder de la oposición laborista, Ed Miliband.
- 14 de julio. El FBI inicia una investigación sobre un supuesto espionaje a víctimas de los atentados del 11-S de 2001, con lo que la crisis de las escuchas cruza el Atlántico.
- 15 de julio. Dimite Rebekah Brooks, consejera delegada de News International, rama británica de News Corp. Nueve horas después deja el cargo Les Hinton, director de Dow Jones.
- 17 de julio. Dimite el jefe de la policía de Londres, sir Paul Stephenson. Rebekah Brooks es detenida por las escuchas.
- 18 de julio. Dimite John Yates, subjefe de la policía de Londres.
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