El uniforme no aupará la escuela pública
Un centro de L'Hospitalet implanta el vestido único - Los pedagogos señalan que en edades tempranas puede mejorar la actitud pero nunca el rendimiento
Los uniformes en el colegio pueden mejorar la convivencia en centros ubicados en zonas de baja capacidad adquisitiva pero jamás influirán en el nivel de aprendizaje de los alumnos. Es el consenso de expertos del ámbito educativo sobre la medida impulsada por el CEIP Màrius Torres de L'Hospitalet (Barcelonès), primer centro público de Cataluña desde que se implantó la democracia que ha acordado implantar el uniforme para niños de 5 a 11 años para "dignificar" la escuela y mejorar los resultados académicos, según la dirección de la escuela. Por ello han adoptado una política de vestido único similar a la que emplean algunos centros privados y concertados.
"Vestir uniforme no tiene ningún impacto pedagógico", subraya Victòria Gómez, experta educativa y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Pedagogos de Cataluña. "Pero en edades tempranas puede generar otros efectos positivos, especialmente en escuelas de barrios marginales", admite la pedagoga.
"En determinados entornos sí puede favorecer la homogeneidad"
El CEIP Màrius Torres, instalado en un barrio de bajo nivel adquisitivo y con una tasa de alumnos inmigrantes del 90%, confía en el efecto uniformador de la vestimenta única. "Como medida aislada no sirve de nada", apunta el experto en pedagogía escolar, Xavier Martí. "Pero en determinados entornos sí puede favorecer la homogeneidad, lo que elimina las diferencias sociales aparentes en una edad en que estas suelen cobrar cierta importancia", señala. "Que los alumnos no vivan pendientes de la imagen ni de la ropa que llevan a clase puede ser un ingrediente positivo para la convivencia", destaca la pedagoga experta en la evaluación de centros y de profesorado, Silvia Martín. "Pero la mejora pedagógica depende de otros elementos mucho más complejos: la organización de la escuela, cómo estimula a los alumnos y fomenta la voluntad de aprendizaje... Factores en los que vestir uniforme influye más bien poco", señala.
Al margen del potencial pedagógico de la medida, esta también aporta cierto alivio a los bolsillos de las familias. "Es una medida anticrisis: el gasto en ropa cae drásticamente", subrayan. En el CEIP Màrius Torres el coste del uniforme es de unos 60 euros. "Las familias lo pagan a principio de curso y no deben preocuparse de adquirir ropa para las clases durante el resto del año", asume Gómez. Pese a los factores positivos, la experta solo advierte de que el principal peligro de implantar el uniforme es aplicarlo como herramienta para mejorar el rendimiento escolar. "Mejorar la escuela pública requiere otras políticas".
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