La campaña por el referéndum constitucional divide a Marruecos
Los jóvenes salen a la calle en 22 ciudades al grito de "queremos democracia"
Cada bando acicala sus armas en vísperas del arranque hoy de la campaña del referéndum constitucional en Marruecos. Los jóvenes del Movimiento 20 de Febrero se echaron ayer a la calle en 22 ciudades al grito de "queremos democracia" al tiempo que en las redes sociales surgen los primeros llamamientos instando al boicoteo de las urnas el 1 de julio, cuando se vote la nueva Constitución.
En el otro corro, los partidos tradicionales socialista e Istiqlal, pero también la oposición islamista moderada del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), celebran reuniones de urgencia para dar su apoyo al proyecto de nueva Carta Magna y anunciar que votarán sí dentro de 11 días.
Pero esta vez no se conformaron con meras declaraciones y miles de manifestantes -2.000 en Rabat y 5.000 en Casablanca- aparecieron en las calles dando vivas a la nueva Constitución y enarbolando retratos del soberano alauí. Hubo tensión entre los pro y los contra y, al caer la noche, se produjeron los primeros incidentes en el barrio rabatí de Takadoum. Samira Kinani, defensora de los derechos humanos, fue atrapada en un callejón y golpeada hasta que gritó "viva el rey".
Hubo tensión entre manifestantes a favor y en contra de la reforma
Las televisiones públicas, las únicas que existen, recogen además los mensajes de felicitación enviados al soberano tras su discurso en el que presentó a sus súbditos la nueva Ley Fundamental y anunció también que votará sí. El texto recorta algo los poderes del monarca y convierte a Marruecos en un híbrido a mitad de camino entre una monarquía absoluta y una parlamentaria.
El rey Juan Carlos fue el primero, a juzgar por el orden en el que la agencia de prensa oficial (MAP) dio la información, en llamar el sábado a Mohamed VI para felicitarle, seguido por el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Este fue más allá y publicó un comunicado ensalzando "la iniciativa ejemplar" de Mohamed VI, mientras que los socialistas franceses celebraron "el avance democrático". En términos similares se expresó Elena Valenciano, del PSOE. Tampoco faltó la congratulación de Catherine Ashton en nombre de la UE.
Además de los jóvenes del Movimiento 20 de Febrero, el día en que empezaron a manifestarse hace cuatro meses, otras formaciones rechazan la Constitución empezando por los partidos de izquierdas con o sin representación parlamentaria, como Vía Democrática, que propugnan el boicoteo.
No está claro si podrán acceder a las televisiones. El secretario de Estado de Interior, Saad Hassar, aseguró que todas las formaciones, incluso aquellas que no lograron escaños, dispondrían de unos minutos en televisión, pero el organismo que supervisa los medios audiovisuales les recordó el sábado por escrito que el artículo 90 del código electoral prohíbe propugnar el boicoteo.
Entre los que repudian la nueva Ley Fundamental figuran, en primer lugar, los islamistas de Justicia y Caridad, un movimiento ilegal pero tolerado que posee gran capacidad de movilización. Una larga declaración de su portavoz, Fathallah Arsalan, abre su web: "La Constitución refuerza las prerrogativas absolutas del rey". Marruecos "sigue estando, desgraciadamente, muy alejado de lo que es una Constitución democrática".
Entre las críticas más reiteradas al texto figura la potestad religiosa del soberano. "Antes teníamos a un monarca absoluto y ahora tenemos a un monarca absoluto que además es Papa", ironiza Aba Dila. Alude a que la Constitución estipula que el rey presidirá al Consejo Superior de los Ulemas (sabios del islam), que hasta ahora no figuraba en la Ley Fundamental. "¿No es la reina de Inglaterra también la jefa de la Iglesia anglicana?", replicaba Khaled Naciri, portavoz del Gobierno.
Mohamed VI seguirá siendo jefe de las Fuerzas Armadas, presidente del Consejo Superior del Poder Judicial -la justicia se rinde en su nombre- y presidente del Consejo Superior de Seguridad, bajo cuya tutela estará el Ministerio del Interior. También presidirá el Consejo de Ministros, excepto cuando delegue esa tarea en el jefe del Gobierno.
"Para mí está claro", escribe el bloguero Larbi, "antes estábamos bajo un régimen monárquico (...) en el que el rey era el jefe del Ejecutivo y seguiremos bajo el mismo régimen con algunos arreglos en la fachada".
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