Y el mono sentado se puso a pensar
En 1974, Boyce Rensberger, un redactor de The New York Times que conoce la lengua de signos (sus padres eran sordomudos), realizó la primera entrevista a un miembro de otra especie: Lucy, un chimpancé hembra a la que se adiestró para comunicarse por signos. Lucy, entre otras cosas, invitó a Rensberger a subir a su árbol, pero él declinó la invitación. Ese mismo año, Donald Johanson descubría en África a otra famosa Lucy: el esqueleto de un homínido hembra (Australopithecus afarensis) que vivió en Etiopía hace más de tres millones de años.
Etiopía es también el hogar de los gelada (Theropithecus gelada, en la foto), cuyo hábitat se circunscribe a las praderas de las montañas Simien, donde viven en unidades familiares formadas por un macho, varias hembras y sus crías. Son los primates más terrícolas, a excepción de los humanos, con los que tienen muchas cosas en común. Por ejemplo, pasan buena parte del tiempo sentados, por lo que sus nalgas se han almohadillado, como en las personas.
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