El centro-derecha de Portugal sella una coalición para afrontar la crisis
Los conservadores logran la mayoría parlamentaria para hacer las reformas
"Nos espera una tarea gigantesca. Vamos a liderar la gran transformación que el país demanda", dijo ayer el nuevo primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, al anunciar la firma del acuerdo para un Gobierno de coalición de centro-derecha que pondrá fin a seis años de mayoría socialista. "Mayoría para el cambio" es el título de un programa de gobierno ambicioso que promete mucho más que un cambio de políticas. "Lo que está en causa", señala, "es cambiar el modelo de desarrollo económico y social del país".
Passos Coelho, líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD), y Paulo Portas, máximo dirigente del derechista Centro Democrático Social (CDS) y probable ministro de Exteriores, sellaron el acuerdo en un hotel de Lisboa y serán los dos pilares del nuevo Gobierno, que tomará posesión la semana próxima.
El titular de la crucial cartera de Finanzas será un independiente
En las elecciones legislativas del pasado 5 de junio, el PSD ganó con el 38,6% de los votos (108 diputados) y el CDS obtuvo el 11,7% (24 diputados). Este resultado les garantiza la mayoría absoluta del Parlamento unicameral de 230 escaños.
Ayer, no hubo ninguna pista sobre nombres de ministros ni sobre número de carteras, aunque Passos Coelho declaró el día anterior que el titular de Finanzas, pieza fundamental en un contexto de grave crisis económica, será un independiente. La composición del Gabinete y su programa se conocerán después de que el primer ministro reciba el beneplácito del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
Los próximos días serán una carrera contrarreloj para cumplir con la mayor rapidez el proceso de formación del Gobierno, de manera que Passos Coelho esté en condiciones de representar a Portugal en el importante Consejo Europeo de los próximos 23 y 24 de junio.
Es prácticamente seguro que el Gabinete no estará constituido todavía para las reuniones previas del Eurogrupo (domingo) y del Ecofin (lunes), con la crisis griega como principal tema en la agenda, por lo que Portugal estará representado por un embajador.
El pacto de legislatura entre el PSD y el CDS que se conoció ayer es un catálogo de buenas intenciones que contiene las líneas generales de lo que será el programa del Gobierno de coalición.
La letra pequeña está en el programa de austeridad que firmaron el Gobierno saliente del socialista José Sócrates, el PSD y el CDS con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros, para evitar la bancarrota del Estado.
El cumplimiento de los compromisos firmados encabeza el acuerdo del Gobierno, junto a los otros dos objetivos prioritarios: un plan de estabilización financiera y un programa de emergencia social, que tenga en cuenta a los más vulnerables.
"Tenemos que recuperar la confianza de los ciudadanos y de los mercados", subrayó el nuevo primer ministro. El pacto de Gobierno compromete a los firmantes a iniciar "las transformaciones necesarias para un crecimiento sostenible a todos los niveles"; a reducir el endeudamiento del Estado, el gasto, las estructuras y dirigentes de la Administración pública; aumentar el ahorro; dar prioridad a la agricultura, a la economía del mar, turismo y cultura; y acometer las reformas del mercado laboral, de vivienda de alquiler, sistema fiscal, Seguridad Social, y justicia, entre otras.
Según Paulo Portas, "el coraje, el cambio y la moderación" marcarán el rumbo del nuevo Gobierno, que pretende ser "abierto y tolerante" con aquellos que tienen opiniones discrepantes.
La coalición de centro-derecha tendrá en la oposición al Partido Socialista, gran derrotado el 5 de junio, y la izquierda más radical del Partido Comunista y el Bloco de Esquerda.
Ayer todo fueron buenas palabras y mejores intenciones. En una semana, PSD y CDS han superado desacuerdos, al menos con vistas al público, en asuntos tan importantes como las privatizaciones de empresas públicas, la política fiscal o la elección del candidato que presidirá la Asamblea de la República.
Cuando está en juego un préstamo millonario que debería servir para poner en orden las cuentas públicas de Portugal, no son tiempos para exhibir discrepancias.
Primeras medidas
- Nueva privatización del Banco Portugués de Negócios (BPN).
- Aportar 12.000 millones de euros para capitalizar el sistema financiero.
- Acelerar los procesos judiciales por deudas fiscales, impagos comerciales y conflictos laborales.
- Eliminar la acción de oro (derechos especiales) que el Estado mantiene en empresas privatizadas.
- Lista de las 10 empresas públicas que drenan los Presupuestos públicos.
- Eliminación de la regulación del precio de la electricidad.
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