Grandes cómicos

Dentro del programa Espagnoles en Paris que un grupo de gente intrépida sigue organizando semanalmente en la capital francesa promocionando el cine español, se celebra estos días su cuarto festival Différent, "el otro cine español", en el que se reúnen las películas recientes más destacadas, y se hace entrega de un premio a una gran figura de nuestro cine.

Mañana recibirá este homenaje el siempre eficaz actor Emilio Gutiérrez Caba, penúltimo descendiente de una saga de grandes intérpretes. Ha repartido su talento en más de 100 películas y en innumerables obras de teatro y televisión desde que comenzara su andadura profesional en los años sesenta (¿le recuerdan en La caza, de Carlos Saura, o Nueve cartas a Berta, de Basilio Martín Patino?), pero no ha recibido en España los premios que sin duda merece. Otro tanto, y más, puede decirse de su hermana Julia Gutiérrez Caba, actriz excepcional que el cine español mantiene semioculta. Hace poco pudimos disfrutarla de nuevo en Los ojos de Julia, de Guillem Morales, pero eso es poco para una intérprete de su talla. Qué memoria tan frágil tiene este cine nuestro.

De vez en cuando, no obstante, hay gente que no tiene remilgos en declarar admiraciones. El Instituto Cervantes realizará el próximo septiembre un acto en honor de Amparo Rivelles, también hija de actores y ella misma gran actriz, voluntariamente retirada del mundo del espectáculo y con un haber excepcional ante las cámaras o sobre el escenario. Ella, al igual que Julia Gutiérrez Caba, solo ha obtenido un Goya a lo largo de su carrera. ¿Para cuándo el Goya de honor? En este sentido, Emilio ha tenido más suerte: lo ha logrado en dos ocasiones como mejor actor de reparto. Y entre otros merecidos galardones, le llega ahora este entusiasta de Espagnolas en París, en cuyo programa figuran, entre otras, Flamenco, flamenco, de Saura, y La mitad de Óscar, de Manuel Martín Cuenca. Otra vez tienen que venir de Francia para recordarnos lo bueno que tenemos en casa.