Pymes y autónomos denuncian la destrucción de 450.000 empresas y una morosidad desbocada

Detrás del déficit público hay mucho más que las acusaciones del PP sobre la supuesta "quiebra total" de Castilla-La Mancha. Decenas de miles de pymes y autónomos tardan de media cinco meses en cobrar y sufren impagos cada vez más frecuentes.

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Terciado, recordó el lunes que 450.000 negocios (más del 10% del tejido empresarial) han desaparecido desde 2008 y que cerca de la mitad fueron víctimas de la morosidad. El balance del Banco de España confirma la tendencia: los organismos públicos debían a finales de 2010 45.794 millones de euros a los proveedores, más del doble que cinco años antes.

Este círculo vicioso afecta sobre todo a las empresas sanitarias y llega a extremos de 600 días de demoras en Baleares, Murcia o Cantabria, según un reciente informe de la consultora PWC, o en la Comunidad Valenciana, como denuncian varias empresas.

Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), desgrana unos datos que, asegura, afectan a todos los partidos. "Antes del 22-M la deuda estaba en 12.000 millones y la demora de pago era de 158 días", explica. Ahora asciende a 14.000 millones y los días de retraso ya son 170. Una encuesta de las Cámaras detalla que en el primer trimestre casi el 90% de los pequeños negocios ha tenido problemas y que "el 71,4% de los proveedores ha tenido dificultades para cobrar".