El jueves 26 de mayo el teléfono del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, sonó tres veces consecutivas a mediodía. Le llamaba Cándido Méndez (UGT), Ignacio Fernández Toxo (CC OO) y Juan Rosell (CEOE). Los tres le dijeron lo mismo: el acuerdo para reformar los convenios estaba casi listo, faltaba redactarlo.
A Elena Salgado le gusta la vida sana y la montaña. Nada de tabaco ni de alcohol. Aunque no pudo regular el mercado del vino, bajo su mandato como ministra de Sanidad aprobó una dura ley antitabaco que ha reducido las ventas de cajetillas de tabaco un 25% en lo que va de año.
Un número indeterminado de las 269 enmiendas que se presentaron a la recién aprobada Ley del Juego en España fueron redactadas desde despachos de abogados o trasladadas a los diputados a través de agencias de lobby. No es la primera vez que esto sucede en el Parlamento español.