Denuncia ante Naciones Unidas por el "acoso" policial en El Gallinero

Los voluntarios de El Gallinero, el poblado chabolista a 15 kilómetros de la Puerta del Sol, han llamado a las puertas de Naciones Unidas. Denuncian el "acoso policial" que sufren los habitantes de esta zona degradada, en la que conviven un centenar de familias con 200 niños, la mayoría gitanos rumanos. En un escrito remitido al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, con sede en Ginebra, el cura de la parroquia de San Carlos Borromeo, Javier Baeza, denuncia que los voluntarios han sido testigos de "numerosas actuaciones ilegales" de la policía contra los moradores del poblado, un extremo que el Cuerpo Nacional de Policía niega.

Baeza asegura que se producen "agresiones físicas, vejaciones, humillaciones, insultos, amenazas" y destaca que lo ocurrido "provoca miedo y pavor en todos ellos, pero de forma especial en los más pequeños" del núcleo chabolista, levantado en 2007. La denuncia se extiende al poblado de Las Tablas, situado entre el camino de San Roque y el camino de Fuencarral a Hortaleza.

En el escrito remitido a Naciones Unidas, fechado el 4 de mayo aunque ha trascendido ahora, el párroco denuncia que las actuaciones "no se ajustan a derecho ni facilitan la integración de dichas personas en la sociedad". Un portavoz policial negó ayer que haya intervenciones ilegales y reclamó a los demandantes que, si consideran que es así, acudan ante el juez. Según el citado portavoz, la visita de agentes a los poblados corresponde a controles rutinarios para prevenir la delincuencia o para desarrollar operativos contra algún hecho concreto.

20 intervenciones

Los voluntarios de El Gallinero mantienen un recuento desde mayo de 2009 de las visitas policiales. Han contabilizado 20 intervenciones hasta marzo de este año, cuando aseguran que los agentes acotaron una zona del poblado, "obligaron a los vecinos a salir de sus viviendas; separando a hombres de mujeres" y retuvieron a los hombres. "Son las mismas actuaciones que ya hemos denunciado al Defensor del Pueblo y a la Delegación del Gobierno sin éxito, espero que Naciones Unidas nos haga más caso", explicó ayer Baeza. La semana que viene siguen las reuniones para lograr otra de sus reivindicaciones. Quieren que el Ayuntamiento de Madrid limpie las toneladas de cables y basura del poblado donde campan las ratas.