El amante herido de Irán

Hay vidas que parecen de película y películas que reflejan la vida. En el caso de Mohsen Makhmalbaf el cine es su vida, pero su trayectoria personal no solo da para una película, sino para entender la historia reciente de su país, Irán, con el que mantiene la relación de un amante herido.
El amor de Makhmalbaf hacia Irán se probó en la entrega con la que luchó contra el régimen del shah. Este hombre de orígenes humildes se hizo a sí mismo en aquel combate, antes incluso de que la revolución de 1979 prometiera librar a los iraníes, a la mayoría de los iraníes, de la opresión de una minoría, de la ignorancia y de la postergación económica.
El joven Makhmalbaf, que empezó a trabajar a los ocho años para mantener a su madre, participó en la formación de una milicia islámica clandestina y fue detenido a los 17 por intentar desarmar a un policía. La revolución, que luego se apellidaría islámica, le permitió salir de la cárcel bastante antes de lo que le hubiera correspondido.
Aquel movimiento popular contra la tiranía le dio esperanzas de una renovación que, sin embargo, pronto se vería defraudada. Makhmalbaf, autoeducado durante los cuatro años que pasó en prisión, se convirtió en escritor y cineasta. Seis cortos y 18 películas hicieron que su nombre traspasara las fronteras iraníes y le ganaron numerosos premios internacionales. Hasta que en 1996 dejó de dirigir (provisionalmente) para dedicarse a enseñar. Fue el primer signo de su desencanto con el régimen islámico. Sus hijos no estaban recibiendo la educación deseada. Samira, la mayor, no podía soportar el adoctrinamiento ideológico del que era víctima. Quiso fundar una escuela de cine, pero las autoridades le dijeron que con un Makhmalbaf tenían bastante.
Su siguiente película, Kandahar, en 2001, trasladaba la crítica a otro país porque el suyo no la toleraba. A medida que crecía su fama internacional, más le ignoraban los medios iraníes. La elección de Mahmud Ahmadineyad en 2005 le llevó al autoexilio. Las protestas generalizadas que siguieron a su reelección en 2009, le convirtieron en portavoz de aquel movimiento popular en el extranjero.
"No me gusta mi país en la actualidad", había explicado poco antes a EL PAÍS. "Desde que me fui la situación no ha hecho sino empeorar, cada vez hay más censura y represión, así no se puede trabajar". Pero como todo enamorado nunca ha renunciado a volver.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
¿Qué está pasando en Nigeria? Claves del ataque estadounidense contra el Estado Islámico
Zelenski y Trump volverán a hablar para alcanzar un acuerdo sobre el futuro de Ucrania
Elon Musk, Jeff Bezos y Amancio Ortega… así cerraron el año los hombres más ricos del planeta
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- El PP de Ayuso veta la comisión de investigación que pidió Más Madrid para el hospital de Torrejón




























































