Una pasión estable por el jazz
La Big Band del IVAM se estrena como formación permanente del género en España
El sonado estreno tuvo lugar la noche del miércoles, en la ciudad de Valencia. El IVAM (Institut Valencià d'Art Modern) ponía la guinda al Día Internacional de los Museos con la presentación en sociedad de la primera orquesta estable dedicada a la música de jazz en nuestro país: la IVAM Big Band.
Una iniciativa pionera, aunque no tanto. Hace algunos años, se puso en funcionamiento una Orquesta Nacional de Jazz de España de la que queda apenas el recuerdo y un disco perfectamente olvidable. Otros tiempos, otras ideas acaso menos aposentadas. Invertir en cultura en estos tiempos de crisis sale rentable, se nos dice. Y, si no, véase la Orquesta Nacional de Jazz de Francia (ONJF). Un cuarto de siglo en activo: ni los severos recortes presupuestarios impulsados por el presidente Sarkozy han podido con ella.
De la Orquesta Nacional apenas queda un recuerdo y un disco olvidable
Como aquella, la IVAM Jazz Big Band se sustentará con dinero público que, en su caso, se comprometen a aportar a medias la institución museística que le da nombre y la Generalitat Valenciana, a través de su Conselleria d'Educació. El componente humano -los músicos- se ha seleccionado entre los alumnos más aplicados del Conservatorio Superior de Música de Valencia, en la especialidad de jazz. Su titular, el saxofonista Ramón Cardo, ejerció de director en la sesión inaugural. Será la última vez que lo haga: de aquí en adelante, cada programa contará con un director titular distinto seleccionado entre "lo mejor del jazz internacional". Aplíquese el cuento a los solistas y compositores-arreglistas que oportunamente compartirán escenario con los aplicados jazzistas de la Comunidad Valenciana. La lista de invitados, se nos asegura, es golosa, si bien todavía es pronto para adelantar nombres.
Por lo que cuenta a la noche de marras, la orquesta se ajustó a un programa un tanto convencional -temas de Thad Jones, Buddy Rich...-, como no podía ser menos. Aun así, hubo sus sorpresas. Algo que no se le había ocurrido a nadie: la fusión entre el jazz y el cant d'estil valenciano, género musical que combina los aires del fandango y la jota con un modo de decir propio de la tierra que no admite comparación con ningún otro género musical conocido o por conocer. Donde la tradición manda poner dulzaina y tabalet, Ramón Cardo colocó saxofones y trompetas, y a Josep Aparicio Apa, apasionado representante de un género que pugna por ganarse el respeto de los suyos.
Con esto, lo más difícil ya está hecho: la IVAM Jazz Big Band ha iniciado su andadura. Ahora solamente queda todo lo demás.
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