Cajas de ahorros... y de ladrillos
Las entidades españolas poseen más de 550 inmobiliarias que arrastran desde el 'boom' de la construcción y cuyo riesgo ahora deben gestionar
Además del negocio financiero, las cajas han aportado como dote a sus matrimonios con otras entidades la herencia que arrastran de la época en la que se subieron a la ola del ladrillo. Los 18 principales grupos de cajas de España suman hoy más de 550 sociedades inmobiliarias. Son sobre todo promotoras de suelo y viviendas, pero también patrimonialistas o impulsoras de proyectos lúdicos y hoteleros. Y no solo en España: las inversiones se extienden a Portugal, Reino Unido, Alemania Europa del Este, los países del Caribe o EE UU.
Así consta en los informes de gobierno corporativo que las cajas de ahorros remitieron hasta el mes de abril a la Comisión del Mercado de Valores (CNMV). Bankia, BBK (por la compra de Cajasur), Kutxa, CatalunyaCaixa, Unnim y Banca Cívica son los grupos de cajas que afrontan la reforma financiera con un mayor número de sociedades inmobiliarias. En muchos casos, se trata, además, de los grupos que acaparan más riesgo del sector.
Las entidades tienen filiales en Portugal, EE UU, Europa del Este y el Caribe
Bankia, Kutxa, BBK y CatalunyaCaixa son las entidades con más promotoras
Todas las cajas de ahorros tienen su filial para concentrar su actividad inmobiliaria, aunque ahora las emplean sobre todo para gestionar los inmuebles que se van adjudicando por los impagos. Sin embargo, las entidades poseen o participan en decenas de sociedades que constituyen una maraña de marcas y siglas que no hacen sino reflejar los proyectos que emprendieron durante el boom, las alianzas empresariales en las que se aventuraron y las zonas geográficas del planeta por las que apostaron.
Bankia es el grupo de cajas que más inmobiliarias ha declarado a la CNMV. Suma 131 empresas participadas que gestionan algún tipo de inmueble. Solo Bancaja ya aporta 61 sociedades. Además de Cisa y Bancaja Habitat, sus dos buques insigna, la entidad valenciana tiene numerosas empresas que promueven proyectos en la costa mediterránea. Es el caso de Los Monteros, en Marbella. Además de viviendas, ahí Bancaja desarrolla una zona lúdica, deportiva y hotelera. Bancaja tiene, además, sociedades radicadas en Reino Unido -en 2005 adquirió European Estates Spain, una comercializadora de viviendas en España para británicos-, EE UU, México o Polonia. Entre sus alianzas empresariales, destaca la sociedad Nou Litoral SL, que comparte con el empresario Juan Bautista Soler, también ex presidente del Valencia C. F.
Bancaja no es la única entidad del grupo que destaca por su exposición al sector inmobiliario. Caixa Laietana, con sede en Mataró (Barcelona), cuenta con participaciones en 35 inmobiliarias y varias patrimonialistas que gestionan geriátricos. A pesar de que la mayor parte de estas empresas se dedican a proyectos en Cataluña, Caixa Laietana también tiene pellizcos en el extranjero. Por ejemplo, forma parte de tres proyectos con la inmobiliaria Restaura, dedicada a la vivienda de gama alta. Dos de ellas corresponden a promociones en Varsovia y la otra se trata de un proyecto en Berlín. También está presente en Portugal a través de Geoportugal.
CajaMadrid no tiene sociedades inmobiliarias declaradas en su informe, aunque fuentes del mercado explican que, además de su paquete accionarial en Realia, la entidad participa en promotoras de vivienda social. En las cuentas anuales que entregó a la CNMV sí figura la sociedad 890 Harbor Drive, LLC, que corresponde a una mansión que adquirió en esa dirección de Miami y cuya participación está valorada en 2,1 millones de euros.
El consejero delegado de la consultora Irea, Mikel Echavarren, puntualiza que, en general, las cajas hoy no están presentes en más inmobiliarias que en los últimos años, aunque señala que sí han aumentado su participación. "En 2008 y 2009 las entidades apreciaron un riesgo reputacional. Cuando el socio con el que habían emprendido proyectos estaba en apuros o hacía aguas, decidieron comprar más acciones, por lo que pasaron a tener la mayoría del capital en muchas de estas sociedades pese a estar asumiendo más riesgo", asegura.
La antigua Caixa Catalunya, por ejemplo, fue a Portugal de la mano de grupo Prasa, al que ha ido adquiriendo su parte del negocio de desarrollos urbanísticos y resorts en el país vecino. Y de hecho, CatalunyaCaixa -el resultado de las fusiones de las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa- tiene 12 de sus 41 sociedades inmobiliarias en Portugal. La caja que dirige Adolf Todó ha ido deshaciendo en los últimos meses algunas de las alianzas que mantenía con algunas promotoras, quedándose con el 50% de su socio y asumiendo la gestión de los activos.
No se quedan atrás la Kutxa (61 inmobiliarias), Unnim (59), Banca Cívica (40) y NovaCaixaGalicia (39). BBK debe gestionar, por su parte, las más de 75 inmobiliarias que arrastraba Cajasur, de acuerdo con el informe que la caja andaluza aportó a la CNMV. La Caixa, por su parte, cuenta con cinco inmobiliarias. Además de la principal filial, Servihabitat, que ahora segregará del negocio bancario, la primera caja catalana cuenta con tres sociedades de promoción de pisos sociales y una participada para el desarrollo de viviendas en Port Aventura.
El control que las entidades financieras ejercen hoy sobre el negocio inmobiliario también se refleja en las principales empresas del sector, que quedan al margen de esta maraña de más de 550 sociedades. Por ejemplo, los bancos nacionales y extranjeros tomaron el control de las dos primeras inmobiliarias españolas, que quedaron asfixiadas por la ingente deuda que arrastraban al comienzo de la recesión. Colonial hoy está participada por La Caixa y Banco Popular, que también están en Metrovacesa junto al Santander, BBVA y Banc Sabadell.
Echavarren afirma que las entidades se arriesgaron demasiado en algunos proyectos, de forma que hoy está en juego no solo el coste de su participación, sino también los importes de la deuda propia y la contraída con otras entidades financieras. "No descarto concursos de acreedores de algunas de esas filiales", sostiene. El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, recuerda que "la tasa de mora sigue subiendo y el desagüe no funciona", en referencia a que las ventas de viviendas no despegan, y mucho menos las de suelo, donde la burbuja explotó con más virulencia.
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