Prometo pero no puedo
Los candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de la capital incluyen entre sus propuestas algunas medidas que no son de su competencia
En su afán de prometer, los candidatos no paran mientes en límites competenciales, lo que les obliga a buscar -o exigir- la connivencia de Gobiernos de otro signo o sensibilidad. Son compromisos casi siempre altisonantes y, sobre todo, muy cómodos: se disparan con pólvora del rey, y la culpa al final siempre es de otro.
- Sin mendigos ni prostitutas. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), afirmó solemne en abril: "Todo aquel sin techo que duerma en la calle en Madrid es por su voluntad y no por necesidad". ¿Cómo? "Tenemos que aprobar una ley estatal que...". Ya en 2006 pidió al Congreso que regulara la mendicidad y la prostitución (que, sin estar prohibida, intentó sacar de la calle y solo logró mover de calle).
- Desempleo. Gallardón promete crear 150.000 empleos en cuatro años, pero lo supedita al "cambio de modelo económico" nacional y a una subida del PIB mayor del 2% (en 2010 fue del 0,002%).
- Impuestos. La presidenta regional, Esperanza Aguirre (PP), se compromete a exigir al Gobierno un recorte de cotizaciones sociales (coincide en parte con su rival socialista, Tomás Gómez) y del impuesto de sociedades. Gallardón pide al Estado cambios en cinco tributos para, por ejemplo, rebajar la tasa de bienes inmuebles a los más pobres (como IU); y ayudar a sectores en apuros con el impuesto sobre actividades económicas. IU quiere modificar la Ley de Capitalidad.
- Financiación. Aguirre apunta en su programa que exigirá al Estado un nuevo marco de financiación municipal para garantizar la prestación de servicios.
- Medio ambiente. Gallardón quiere que los impuestos de matriculación y circulación penalicen los motores más contaminantes (es una competencia estatal). Su rival socialista, Jaime Lissavetzky, propone que el campo de golf del Canal de Isabel II (que pertenece a la Comunidad) se convierta en un área verde.
- Infraestructuras. El PSOE desea promover la ciudad aeroportuaria de Barajas y construir plataformas para el transporte público en las autovías. En esto último coincide con el candidato de IU, Ángel Pérez, que también quiere ampliar la red de cercanías. Gallardón insiste en llevarse la estación de AVE de Atocha al Abroñigal. Todo ello, sin embargo, es competencia del Ministerio de Fomento. Además, Lissavetzky quiere soterrar la línea 5 de metro en Carabanchel y las vías del tren en Príncipe Pío, para lo que necesita el concurso de la Comunidad y, de nuevo, de Fomento.
- Educación. Aguirre anunció un examen previo a las oposiciones de maestro "para que entren los mejores", lo que sería ilegal según la ley estatal. Luego matizó que su pretensión es cambiar el orden de las pruebas existentes, un extremo que sí es posible.
- Justicia. IU promete una fiscalía regional de delitos urbanísticos (lo que compete al Gobierno).
- Sanidad. Lissavetzky lleva en su programa nueve centros de salud nuevos en Madrid. Él puede ceder el suelo, pero construirlos y dotarlos depende de la Comunidad. Promete también el hospital de Carabanchel, en los terrenos de la antigua cárcel. El suelo tendrá que cedérselo el Gobierno central y la construcción depende de la Comunidad.
- Cultura. Lissavetzky quiere que parte del edificio de la antigua Tabacalera, del Ministerio de Cultura, albergue dotaciones culturales de distrito.
Información de Elena G. Sevillano, Pilar Álvarez y Bruno García Gallo.
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