Mas aprueba un plan de gobierno que soslaya los recortes sociales

En su afán por pasar página a los recortes sociales, al menos hasta las elecciones municipales, el Ejecutivo de Convergència i Unió aprobó ayer su plan de Gobierno hasta 2014. El documento, derivado del programa electoral de la federación nacionalista, evita cualquier concreción sobre los ajustes en salud y educación que pueda soliviantar aún más a los sindicatos y tampoco concreta los límites del tijeretazo. El Gobierno mantiene que su objetivo primordial es la creación de empleo y buscar una salida a la crisis. La oposición lo criticó por "inconcreto" y, de hecho, evita mencionar promesas polémicas del programa electoral de CiU como la reducción del paro a la mitad o la rebaja de impuestos como el IRPF para las rentas más elevadas.

Fue el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien presentó el documento tras la reunión semanal del Gobierno. Y justificó los rodeos y las omisiones asegurando que se trata de un plan flexible que puede cambiar según la situación económica. Eso sí, dejó claro que su Gobierno "no renuncia" a ninguno de los compromisos adquiridos y que, simplemente, los retrasa en el tiempo porque la situación económica de la Generalitat es "peor" de la esperada.

Cumbre por el pacto fiscal

El Gobierno se compromete a respetar el "modelo sanitario catalán" y, sin hablar de recortes, aboga por "corresponsabilizar" a los ciudadanos para evitar abusos en el sistema de salud. Mas garantizó que ello no significa que se vaya a optar por el copago.

Entre los pocos compromisos concretos está convocar una cumbre con todos los partidos políticos para diseñar la estrategia de la negociación de un pacto fiscal con el Estado, de características similares a las del concierto económico vasco. También propone crear una comisión asesora en materia de vivienda y acabar con el alquiler forzoso de viviendas desocupadas que impulsó el tripartito. A los empresarios les garantiza que en cuatro años podrán hacer el 90% de sus trámites en una sola ventanilla. En la polémica ley del cine el Gobierno promete desarrollar la obligación de doblar al catalán las películas "de forma consensuada con el sector". El documento presentado ayer es menos concreto que el ya escaso en datos programa de gobierno aprobado por el tripartito hace cuatro años y que fue tildado de "simple declaración de intenciones" por parte de Convergència i Unió.El documento sí permitió al presidente de la Generalitat hacer un balance nada halagüeño de la economía catalana a corto plazo. Si bien admitió que los datos de paro de abril serán relativamente buenos después de un primer trimestre nefasto, el presidente de la Generalitat admitió que el débil crecimiento económico que prevé el Ejecutivo, de alrededor del 1%, no permitirá generar empleo neto. De esta forma, Mas vaticinó que 2011 será un año "neutro", en el que ni se creará ni se destruirá empleo.

La oposición criticó severamente a Mas por presentar un plan de Gobierno "inconcreto" y a dos días para el inicio de la campaña municipal. El PSC analizó con dureza el documento, y pese a reconocer que todavía no habían podido estudiar a fondo el plan, sentenció: "salta por los aires" el acuerdo que firmaron los socialistas con CiU para garantizar la investidura de Mas. Laia Bonet, portavoz adjunta del PSC, lamentó la falta de referencias al Estatuto y precisó que el plan no habla de la cumbre anticrisis y omite los compromisos que firmó CiU con el PSC: asegurar la plantilla de policías, médicos y profesores; tramitar la ley de finanzas locales; impulsar el Área Metropolitana de Barcelona, y aumentar la aportación de la Generalitat a los Ayuntamientos.

El resto de la oposición censuró la cortina de humo que, a su juicio, fabrica Mas para esconder los recortes en la campaña electoral. Enric Millo, del PP lamentó que Mas se haya limitado a cambiar "la tapa" del programa electoral y recordó que el Gobierno todavía no ha presentado los Presupuestos. Iniciativa alertó que el verdadero proyecto del Gobierno es el tijeretazo. "Es estructural, por ideología", dijo Dolors Camats. ERC remarcó el electoralismo del plan y señaló que es un documento hecho con "prisas" para llegar a la campaña.