_
_
_
_
_

La familia Reparaz reclama sus 42 cajas

La nieta del geógrafo Gonzalo de Reparaz, Rodríguez Carmen de Reparaz Zamora, fue la única persona física que, según el Ministerio de Cultura, solicitó a la Comunidad de Madrid la restitución de archivos contenidos en Salamanca. Pese a haber sido incautados el 13 de julio de 1939 por un equipo de registro de la Delegación del Estado para la Recuperación de Documentos, las 42 cajas que componen este archivo familiar no fueron clasificadas y ordenadas hasta la segunda mitad de 1997, trabajo que realizó el historiador Ignacio C. Soriano, bajo la supervisión del entonces director de la sección de la Guerra Civil del Archivo Histórico Nacional, Miguel Ángel Jaramillo. La familia Reparaz hace esta petición después de que donaran otros documentos familiares a la Generalitat catalana. Toda esta documentación referentes a la familia de origen portugués está custodiada en el Instituto Cartográfico de Cataluña.

Más información
Madrid paraliza la devolución de los 'papeles' del archivo de Salamanca

Según un artículo publicado en la revista Documentos de Análisis, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), firmado por el historiador Ignacio C. Soriano, el archivo contiene varias series, como Recortes de prensa. Este apartado ocupa cinco cajas archivadoras, encuadradas en la sección Documentos de creación. También incluye otro apartado: Documentos familiares que contiene partituras musicales de su padre. Procedente de la rama materna están las series denominadas Genealogías, que es donde se encuentra la documentación más antigua, de 1716. Ahí se pueden ver los documentos más interesantes, como son las cartas del general carlista Tomás Zumalacárregui, de 1834-1835, autorizando la compra de armamentos.

También están los Documentos de función, que contienen algunos estudios sobre África y la correspondencia mantenida con el embajador en Francia y con los Ministerios de Estado y Gobernación de España.

Pero este archivo también incluye un apartado personal, cuya investigación plantearía series dudas éticas, según el historiador: "Sería conveniente plantearse la cuestión de la utilización de los archivos, máxime cuando, como en este caso, no están abiertos a la investigación por la voluntad de quienes han sido sus propietarios. Es indudable que para personalidades conocidas, como es Gonzalo de Reparaz, una medida de este tipo puede empañar la imagen que él ha cultivado de sí mismo y que ha querido dar".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_