Historias de fanzines y otros cuentos

"Publicar sin dinero o con muy poco". Esa es la esencia de crear un fanzine para Javier Andrés. Él, junto a unos cuantos colegas, edita New Papers, una de las más de 50 publicaciones independientes que, desde hoy a las cinco de la tarde y con centro de operaciones La Casa Encendida, tomarán el centro de Madrid. Ganchillo y autoedición, talleres colectivos, galerías de arte, música y gin tonics también protagonizan la segunda edición de La Noche de los Libros Mutantes (http://librosmutantes.com), la fiesta del underground literario.

"Queremos utilizar La Noche de los Libros para contar otra historia", explica Silvia Bianci una de las seis organizadoras del evento que espera atraer a cerca de 400 personas. Varios meses de trabajo y muchos mails han hecho posible que en La Casa Encendida se puedan exponer 150 fanzines de todo el mundo. "El año pasado fue un evento algo más pequeño, más local, pero en esta edición tenemos publicaciones de Israel, Estados Unidos o Dinamarca", aclara la joven.

En el centro cultural de Arganzuela todo empieza con el taller infantil Cuentos Mutantes y continúa con Fanzine para llevar, un recorrido por el espacio en el que cada participante compone su propia publicación y la termina grapando en la terraza con música y algo de beber. Además, organizan una charla de autoedición y un taller que une labores tradicionales con posmodernidad. "Vamos a hacer una publicación con una portada de ganchillo o de encaje de bolillos porque queremos dar la oportunidad a la gente de conocer y acercarse a un tipo de publicaciones no convencionales", cuenta Bianci.

Es difícil definir un fanzine. Sin renegar de sus orígenes como revistas para fanáticos de la ciencia ficción (fanzine proviene de fans magazine), su temática se ha expandido y se ha abierto al mundo del arte. Y a la vez que mantienen su punto clandestino y subversivo, se divulgan por blogs y redes sociales como Facebook. El boca a boca del siglo XXI. "En Internet hay mucho contenido pero el objetivo de un fanzine es el papel. Durante esta noche los lectores van a poder poner cara a los autores y entablar un diálogo con ellos", dice Javier Andrés.

Como el año pasado, varias galerías de arte y bares de Malasaña se han unido a la cita y desde sus estanterías presentan las pequeñas y originales publicaciones. En la galería Mad is Mad (Pelayo 43), un colectivo holandés muestra su trabajo It?s a fanzine, dummy (Es un fanzine, tonto) mientras que en el bar The Wall (Corredera Baja 47) estarán los autores de Jo tía!, una especie de Super Pop alternativa. Otros diez locales acogen a los creadores de las publicaciones que han acudido a la cita. Cada una tiene un tamaño diferente, esconde en sus páginas un contenido ecléctico y sus precios oscilan desde los cero hasta los 40 euros.