Hacer en inglés la selectividad

Los alumnos que hayan participado en el ensayo del marco trilingüe que el Departamento de Educación ha puesto en marcha este curso tendrán la posibilidad de realizar el examen de alguna de las materias de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en un idioma extranjero. Así lo establece el decreto que regula la prueba, la antigua selectividad, que fue aprobado la semana pasada por la consejería que encabeza Isabel Celaá.

El decreto abre por primera vez la vía a que, si los estudiantes que ahora prueban el marco trilingüe estudian alguna materia de Bachillerato en un idioma extranjero -inglés, en la gran mayoría de los casos-, se examinen de ella en esa misma lengua. La decisión final queda en manos de la comisión que organiza la prueba de acceso y dependerá de los recursos disponibles. El texto aprobado no especifica si, una vez tomada dicha decisión por los organizadores, toda la clase deberá obligatoriamente realizar el examen en el idioma extranjero o cada alumno podrá elegir de forma individual la lengua en que lo hace.

Educación aprueba su primera norma propia de acceso a la universidad

El decreto recoge el cambio aprobado por el ministerio sobre los alumnos de FP

A pesar de lo novedoso de la iniciativa, que permitiría, por ejemplo, que el mismo examen de Filosofía o de Biología se hiciera en castellano, euskera o inglés, faltan todavía años hasta que se pueda aplicar esta medida de forma generalizada. Y es que la normativa limita el idioma extranjero en la nueva selectividad únicamente a quienes participan en la prueba piloto del trilingüismo. El marco trilingüe ha empezado a ser experimentado este mismo año en 40 colegios en cuarto de Primaria y primero de Secundaria. Otros 47 centros públicos han pedido sumarse a partir del próximo curso. Hasta que la primera promoción con estas características llegue a segundo de Bachillerato, en 2015-2016, pasarán cinco cursos. Para entonces, ese marco podría estar extendido ya a todos los centros educativos de la comunidad autónoma, toda vez que la prueba finaliza en 2013.

El decreto, la primera normativa propia de Euskadi que se realiza sobre la prueba de acceso, recoge una medida de control de los centros: la Inspección de Educación realizará un seguimiento especial de aquellos institutos y colegios que registren una diferencia significativa entre la nota de Bachillerato y la de la PAU de sus alumnos.

La normativa impulsa otros cambios, como el reconocimiento de la experiencia laboral. Los mayores de 25 años tendrán que hacer un tipo de examen y los mayores de 45 otro distinto, pero quienes superen los 40 años podrán evitar pasar una prueba si demuestran su experiencia profesional relacionada con el grado al que quieran acceder.

Esta medida se reserva para quienes "no posean ninguna titulación académica habilitante para acceder a la universidad por otras vías". Es decir, se limita a quienes no tienen títulos, pero sí una experiencia profesional concreta en el campo en cuestión. Aquellas personas que los posean o que hayan trabajado en ámbitos que no están relacionados con la carrera a la que opten tendrán que superar el correspondiente examen. La iniciativa engloba únicamente un grupo de carreras que serán seleccionadas por la universidad.

El decreto también recoge el cambio normativo que ha decidido realizar el Ministerio de Educación en torno al acceso a la universidad de los alumnos de Formación Profesional (FP).

Estos estudiantes tendrán que realizar una parte de la prueba de acceso que hasta ahora solo se programaba en el caso de los jóvenes que provenían del Bachillerato. Si quieren acceder a una carrera que cuenta más solicitudes que plazas, deberán examinarse de un máximo de dos materias de la fase específica de la PAU. Los alumnos de Bachillerato deberán examinarse en la fase general y podrán ser evaluados voluntariamente de hasta cuatro asignaturas en la fase específica.

Incluir a los alumnos de FP en la prueba de acceso es la medida que se ha utilizado para modular el nuevo acceso a la universidad, que se estrenó el año pasado. Si bien antes los estudiantes de FP se hallaban limitados por cupos, desde el año pasado están libres de ellos. La normativa generó polémica entre la comunidad educativa porque daba ventaja a los alumnos de FP sobre los de Bachillerato. Por ello, este año se ha optado por una modificación, aunque se ha mantenido la eliminación de los cupos que dificultaban el salto de la FP a la universidad.