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Un modelo en crisis

Los recortes de Salud provocan el primer ERE en la red sanitaria

Boi Ruiz rebaja un 11% el concierto a la mayor entidad asistencial para personas con parálisis cerebral - La asociación despedirá a 26 de sus 205 trabajadores

El recorte sanitario se cobrará los primeros puestos de trabajo en la Asociación de la Parálisis Cerebral (Aspace) de Barcelona, que despedirá a 26 de sus 205 trabajadores. La decisión, ha confirmado la entidad, se debe al tijeretazo del 11% del concierto anual que la asociación mantiene con el Departamento de Salud, que reducirá en medio millón de euros los 4,4 que concedía anualmente a la Aspace. En total, la entidad, la mayor en su ámbito, tiene un presupuesto de 6,6 millones, que destina a la atención integral -educación, inserción social, asistencia médica, etcétera- de personas afectadas por esta dolencia. Los recortes también han obligado a suspender la construcción de la nueva residencia y centro de día de la Aspace, situada en la montaña de Montjuïc.

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"Es una situación muy delicada para un centro tan pequeño e importante para las familias", afirmó ayer una portavoz. En 2010, la Aspace realizó 67.115 actuaciones médicas, 40.500 de las cuales fueron concertadas con Salud. Asiste a más de 200 pacientes al día en sus 12 centros y su escuela de educación especial forma a 93 niños.La Asociación de la Parálisis Cerebral asegura que no puede asumir los recortes impuestos. El ERE, que afectará a un 12,7% de la plantilla, aún no ha sido comunicado a los trabajadores afectados. "Los recortes de Salud no nos dejan casi margen de maniobra", justifica la portavoz del centro, que lo cataloga de "entidad familiar" y no como un hospital.

La Aspace cuenta entre sus profesionales con médicos, psicólogos, maestros, logopedas, monitores, fisioterapeutas, además de otros especialistas que dan servicio a las familias que acuden diariamente a la entidad, cuya sede principal se encuentra cerca de la Fundación Joan Miró.

Ante los recortes, el clima de tensión continúa creciendo en el sector sanitario. Más de 350 trabajadores del hospital de Can Ruti, en Badalona; un centenar del de Santa Caterina de Salt, en Girona, y una cifra similar del de Santa Maria de Lleida se sumaron ayer a las protestas que ya iniciaron la semana pasada los hospitales de Bellvitge, Vall d'Hebron, Clínic, del Mar y el General de Vic contra las medidas previstas por la consejería. Todos tienen la vista puesta en la manifestación unitaria del 14 de abril en Barcelona.

Se prevé que Can Ruti tenga que cerrar completamente la planta de traumatología, que actualmente ya funciona al 50%, lo que supondría eliminar 28 camas. También se sopesa suprimir un quirófano por la tarde de los cinco que funcionan hasta ahora, adelantar las altas médicas medio día, promover el uso de medicamentos genéricos para ahorrar en el ámbito farmacéutico y reducir el consumo energético del centro.

La portavoz del comité de empresa del hospital de Santa Caterina explicó que no se ha renovado el contrato a 11 personas y advirtió de que los recortes "llegarán a los cuatro millones de euros" y que se estudia dejar fuera de servicio 60 camas y cerrar varios quirófanos por las tardes para reducir costes.

"Puede ser que los criterios en la aplicación de algunas medidas para reducir el gasto en la sanidad no hayan sido adecuados", admitió ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz, en un acto del Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona, y afirmó que "no se validarán las medidas que signifiquen poner en riesgo la seguridad de los pacientes". Además, pidió "firmeza" a las instituciones del sector ante las decisiones que tome la Generalitat. Por su parte, el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, señaló que "con la salud no se juega", informa Dani Sánchez.

Concentración de trabajadores en el hospital Can Ruti de Badalona, ayer, en protesta por los recortes en la sanidad.
Concentración de trabajadores en el hospital Can Ruti de Badalona, ayer, en protesta por los recortes en la sanidad.ALEJANDRO GARCÍA (EFE)

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