CiU copa el 44% de los créditos de las cajas catalanas a partidos políticos
La deuda de las formaciones con las entidades creció el 8,6% en un año, hasta los 58,24 millones de euros
El grifo del crédito tal vez se cerró el año pasado para familias y empresas, pero no para los partidos políticos. El año pasado las principales formaciones con representación parlamentaria debían 58,24 millones de euros a las cinco cajas catalanas que quedan tras la ola de fusiones, lo cual significa que la deuda creció el 8,6% respecto al año anterior. Según los informes de gobierno corporativo que las cajas han remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Convergència i Unió, así como los dos partidos que integran la federación (CDC y UDC), concentraron el 43,7% de toda la deuda con 25,72 millones de euros.
En año electoral, los créditos a los partidos políticos, que llevaban dos años manteniéndose a raya, subieron alrededor del 8,6%. Como todas las medias, ese porcentaje es dispar: algunas dispusieron de más crédito y otras enjugaron deuda. La cantidad que debe la federación de CiU, por ejemplo, escaló el 17,1%, hasta los 14,6 millones, mientras que Esquerra Republicana redujo sus préstamos en una proporción similar (17,7%) y solo tiene pendientes 670.000 euros.
Convergència i Unió e ICV-EUiA son los que más deben, ERC, el que menos
Las formaciones más endeudadas son CiU e ICV-EUiA con las cinco entidades catalanas -La Caixa, Catalunya Caixa, Unnim, Caixa Penedès y Caixa Laietana-. Si se suma la deuda de todos los partidos de ambas formaciones, los nacionalistas deben devolver nada menos que 25,72 millones, mientras que los ecosocialistas suman 14,34 millones de euros. Les siguen el PSC (11,1 millones), el PP (3,84 millones) y ERC (670.000 euros). Estos datos no incluyen la cuantía de los préstamos que siguen vivos del PSOE (3,84 millones) e Izquierda Unida (781.000 euros).
Los bancos no están dentro de este cómputo, puesto que no deben rendir cuentas sobre lo que prestan a los partidos políticos ni si los préstamos están corrientes de pago. Sí deben hacerlo las cajas de ahorros, que en sus órganos de gobierno tienen a representantes de instituciones que, a su vez, forman parte de partidos políticos. Lo hacen a raíz de una ley sobre el buen gobierno de 2003 sobre requerimientos de buen gobierno a empresas cotizadas y cajas de ahorros que votaron el PP, CiU y Coalición Canaria.
A pesar de las concentraciones del año pasado, las diferencias de tamaño entre cajas catalanas siguen siendo enormes. La Caixa, como mayor entidad, es la que más capital ha prestado a los partidos (46,3 millones), mientras que a Caixa Laietana -hoy en la órbita de Bankia, liderado por Cajamadrid y Bancaja- le adeudan solo 253.000 euros. A Catalunya le deben 10,02 millones; a Unnim, 1,67, y a Penedès -dentro de Mare Nostrum-, 599.650 euros.Algunos partidos políticos han sabido diversificar los créditos que tienen contraídos. Sobre todo el PSC, UDC e ICV-EUiA, que son los que han llamado a más puertas para obtener recursos. Los socialistas deben dinero a todas las cajas catalanas; los democristianos mantienen préstamos con las tres principales, e ICV, con La Caixa, Catalunya Caixa y Caixa Penedès. Las tres tienen contraído el grueso de su deuda con La Caixa, de acuerdo con el informe de buen gobierno de la entidad.
Las cajas de ahorros también deben dar cuenta de si los créditos están al día o bien registran algún impago. Tres partidos están en esa situación con La Caixa. Unió Democràtica de Catalunya lleva retraso en la devolución de 1,39 millones de euros; el Partido Andalucista tiene impagos por 328.000, e Izquierda Unida, por 4.000 euros. En cambio, los que ya no tienen deudas con entidades catalanas, y sí el año pasado, son UPyD y el PSUC-Viu.
Las cajas, de acuerdo con las normas de buen gobierno, también deben informar sobre las retribuciones de sus presidentes ejecutivos y la alta dirección. La entidad que más retribuye a sus directivos es La Caixa, la de mayor tamaño, que el año pasado desembolsó 19,26 millones de euros. Le siguen Caixa Penedès (3,2 millones), Caixa Laietana (2,4 millones) y Unnim (1,2 millones). En Catalunya Caixa, las retribuciones ascendieron a 1,8 millones de euros, aunque la memoria entregada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) solo tiene en cuenta los sueldos que se pagaron durante el segundo semestre del año, tras la fusión de las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa.
La única retribución de los miembros del Consejo de Administración que no son directivos son, no obstante, las dietas por asistir a las reuniones, sobre las que antes marcaba las pautas el Gobierno de la Generalitat. Ahí Catalunya Caixa fue la más generosa, al repartir 1,15 millones de euros entre sus miembros. La Caixa dio a sus consejeros 707.000 euros; Caixa Penedès, 173.000; Unnim, 134.000, y Caixa Laietana, 98.000.
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