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El presidente saliente Gbagbo resiste en Abiyán entre duros combates

La guerra con Ouattara ha causado ya cientos de muertos en Costa de Marfil

La ofensiva de las tropas leales al presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, comenzó el lunes en el norte del país y en cinco días se han hecho con todo el territorio excepto un puñado de barrios de Abiyán, la capital económica del país. Pero esos barrios, últimos reductos de las tropas del presidente saliente, Laurent Gbagbo, no ceden. Los combates en estas zonas, que comenzaron el jueves, son cada vez más duros. Los jefes militares de Ouattara, sin duda, minusvaloraron la capacidad de resistencia de los últimos fieles a Gbagbo. Y los cerca de 3.000 miembros de la Guardia Republicana se han hecho fuertes y se niegan a rendirse.

Un ejemplo: el edificio de la televisión estatal de Costa de Marfil, que el jueves cayó en manos de las tropas de Outtara, volvió el viernes a las de los fieles de Gbagbo. De hecho, ese día, la televisión volvió a emitir un programa pro Gbagbo en el que el expresidente aparecía, junto con toda su familia, tomando el té, probablemente en su residencia.

Al menos 1.400 extranjeros se han refugiado en una base militar francesa

Todas las informaciones apuntan a que Gbagbo está acorralado, bien en el palacio presidencial bien en su residencia particular, las dos situadas en el centro de Abiyán, en el barrio de Cocody. Pero si el viernes se pensaba que el final estaba cerca -de hecho hubo rumores de que Gbagbo había huido de Abiyán-, ayer pocos se atrevían a pronosticar el fin de la batalla.

Con todo, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, aseguró que Gbagbo, que se aferra al poder pese a haber perdido las elecciones en noviembre frente a Ouattara, "vive sus últimos días como jefe de Estado de Costa de Marfil". Sólo los partidarios de Outtara ven ese fin inminente: "¿Dónde va a ir? No controla ni el Ejército, ni la policía. Están agotados y les comienzan a faltar las municiones", explicaba Patrick Achi, portavoz de Ouattara.

Mientras, la situación en las calles de Abiyán es cada vez peor y crece día a día el número de extranjeros que se han refugiado en la base militar de Port-Bouët, cercana al aeropuerto internacional. Ayer se contaban ya 1.400, la mayoría franceses, comunidad que cuenta con 12.000 personas en Costa de Marfil. Dejan sus casas por miedo a los saqueos, a las bandas de ladrones y a los disparos. Una decena de blindados franceses, pertenecientes a la fuerza de la ONU desplazada en Abiyán, patrullan constantemente los barrios habitados por extranjeros para protegerles y, en su caso, conducirles a la base militar. Cuatro cascos azules resultaron gravemente heridos por disparos de las tropas de Gbagbo. "Vi a los blindados pasar por mi calle y no me lo pensé", contaba un residente de Abiyán de nacionalidad francesa a la cadena de televisión i-Télé. "Les dije que esperaran a que buscara a mi familia. Nos montamos en el coche y les seguimos hasta el campamento".

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El periódico Le Monde recogía ayer testimonios de extranjeros recluidos en almacenes o en los despachos de sus fábricas o comercios, ocultos, con miedo a ser descubiertos por los saqueadores. Jean-Luc Cancel, un industrial francés, relataba por su parte al periódico Le Figaro que lleva dos días escondido en una habitación interior de la casa de unos amigos de Costa de Marfil. "Me ocultan de los estudiantes partidarios de Gbagbo, que armados de fusiles Kaláshnikov, disparaban contra todos los blancos. Una vez escapé por poco. Me pararon por la calle y dijeron que me iban a quemar vivo, me llamaban 'Sarkozy'. Gente que me conocía me salvó justo cuando los estudiantes ya habían sacado un bidón de gasolina".

Mientras los combates se suceden en Abiyán, el recuento de las víctimas de la suerte de guerra civil en la que se ha visto sumida Costa de Marfil esta semana se incrementa: la Cruz Roja aseguraba que en Duékoué, al este del país, habían muerto 800 personas. La cifra fue rebajada después por la ONU, que añadió que ellos habían contabilizado "de momento" 330 cadáveres, "la mayoría a manos de las tropas de Ouattara", según Guillaume N'Gefa, jefe de Derechos Humanos de la misión de la ONU en Costa de Marfil (Onuci).

Fuerzas leales al presidente electo Ouattara se desplazan en una camioneta hacia Abiyán.
Fuerzas leales al presidente electo Ouattara se desplazan en una camioneta hacia Abiyán.EMMANUEL BRAUN (REUTERS)

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