Matemáticas, lengua y golf

Los escolares de Matadepera (Vallès Occidental) podrían estrenar a partir del año que viene una nueva actividad extraescolar subvencionada: el golf. Si algún alumno del municipio aspira a convertirse en el nuevo Tiger Woods, está de enhorabuena porque el Ayuntamiento decidió hace dos meses, después de que la concesionaria no pudiera hacerse cargo de los pagos, asumir la gestión del deficitario equipamiento y convertirlo, tal como reza el cartel de su valla, en el "campo de golf municipal de Matadepera". Es el primero de Cataluña en ser gestionado con dinero público municipal. El Consistorio se plantea ahora nuevos usos para el equipamiento -que cuenta con 85 socios y ocupa 10 hectáreas-, entre los que se incluyen acuerdos con las escuelas públicas y privadas del municipio para que hagan uso del campo, según explica el regidor de Hacienda, Carles Iribarren.

Una plataforma ciudadana pide que el Ayuntamiento no gestione el campo

Los 700 golfistas federados de Matadepera optan por otros campos

La decisión del Ayuntamiento ha levantado polémica en la población y ya se ha creado una entidad opositora, la Plataforma por la Alternativa al Golf (PAG), que reúne a organizaciones juveniles, deportivas y culturales, y a las federaciones municipales de ERC e ICV. Piden que el Ayuntamiento deje de gestionar el campo y que su futuro se decida por consulta popular.

El gobierno municipal, de CiU, hizo valer su mayoría absoluta en el pleno para aprobar, con la abstención del PP, el acuerdo por el que indemnizaba al Club de Golf la Mola, concesionario por 50 años y desde hace 17 de la instalación, con 250.000 euros por las inversiones realizadas en el campo que no habían sido recuperadas. El acuerdo llegó después de que los responsables del club anunciasen que no podrían hacerse cargo de los pagos que tenían pendientes, por haber visto reducida su masa social. El gobierno local explicó que lo hacía para evitar problemas "más costosos" para las 10 hectáreas de suelo pública que ocupa la instalación.

En dos meses de gestión municipal, el número de socios ha aumentado de medio centenar hasta 85, aún lejos de los 120 que los gestores se plantean como objetivo para que el negocio sea rentable. A priori, el terreno parece estar abonado para conseguirlo ya que en Matadepera, que es la población con mayor renta familiar disponible de Cataluña, hay más de 700 golfistas federados, casi un 10% de la población, aunque la proximidad del Real Club de Golf el Prat y sobre todo del club El Vallès, ambos en Terrassa y con una oferta de instalaciones más completa, dificulta el negocio.

Para aumentar la competitividad, los nuevos gestores abarataron las tarifas hasta 68 euros mensuales, muy por debajo de los campos vecinos. De momento, el Ayuntamiento aporta, según la Plataforma Alternativa al Golf, "de 3.500 a 5.000 euros mensuales" a la gestión del equipamiento, "sin contar las horas que invierte la brigada municipal en mantenimiento". El estado de las instalaciones ha obligado, además, a destinar 16.000 euros para acometer las reformas necesarias. Gemma Serra, de la PAG, opina que no es de recibo que los gobernantes destinen dinero de las arcas municipales a un servicio como este, especialmente después de que el último presupuesto redujera subvenciones a entidades culturales.

En 2010, el presupuesto matadeperense experimentó importantes recortes en "servicios accesorios" como la cultura y las fiestas, según el regidor Carles Iribarren, para compensar el déficit de 650.000 euros con que se acabó 2009. Una de las víctimas más emblemáticas de la tijera municipal fueron los fuegos artificiales, a pesar de que eran "unos de los más atractivos de la zona", según Iribarren. Este contexto ha provocado que la oposición de un sector de la población a la noticia haya sido más intensa, a pesar de que el balance de 2010 será, según el mismo regidor, de 628.000 euros de ahorro neto -por la cancelación de la construcción de una segunda fase de viviendas de alquiler público- y de que el índice de endeudamiento del Consistorio fue en 2009 de "solo un 40%", algo más de tres millones de euros, que suponen 363 euros por habitante, muy por debajo de la deuda media de las administraciones locales de Cataluña, que supera los 600,5 euros.

El Ayuntamiento dice que deberá afrontar una inversión de unos 15.000 euros para construir un campo de prácticas, el lugar en que los aficionados que no hayan practicado el golf antes pueden conseguir el handicap necesario para jugar en un campo reglamentario.