El Gobierno publicará las balanzas fiscales cada tres años
Los datos estarán ajustados al ciclo para no 'desinflar' los déficits fiscales
Cataluña y el resto de las comunidades autónomas conocerán cada tres años las balanzas fiscales con el Estado. El Gobierno se comprometió ayer a publicarlas con esa periodicidad, después de que el Congreso aprobara una moción del grupo de Esquerra Republicana, Iniciativa-Izquierda Unida, con el apoyo del PSOE, que insta al Ejecutivo a hacer públicos estos datos. De acuerdo con la proposición, a la que se añadió a última hora CiU, la primera publicación se hará en octubre con datos que corresponden a 2009, cuyo ejercicio se liquida este junio.
El Grupo Socialista aceptó la moción porque tenía el visto bueno del Ministerio de Economía, aunque reclamó a ERC que fuera más laxa en los términos: los republicanos, que pedían una publicación bienal, aceptaron tener los datos cada tres años. La moción fue aprobada con 196 votos a favor, 141 abstenciones del Partido Popular y un no, de Unión Progreso y Democracia.Las publicación de las balanzas fiscales fue una reivindicación del primer tripartito desde su momento cero. Y le costó casi cuatro años, hasta 2008, lograr que el entonces ministro de Economía, Pedro Solbes, accediera a publicarlas. A partir de ahora, según la moción pactada ayer por el PSOE, ERC, ICV y CiU, el Ejecutivo central deberá hacerlo "por lo menos cada tres años" en un plazo de cuatro meses tras la liquidación del ejercicio que corresponda. Además, a instancias de CiU, las balanzas deberán estar ajustadas al ciclo económico, puesto que la crisis podría desinflar el déficit fiscal catalán.
Las balanzas fiscales son la diferencia entre los ingresos tributarios que percibe el Estado de los ciudadanos de un territorio y el gasto y la inversión que realiza en esa comunidad. A falta de consenso, los expertos lo calculan a través de dos vías: el método del flujo monetario, que imputa el gasto en el lugar donde se materializa (una estación del AVE en Barcelona genera riqueza en la ciudad), y el cálculo carga-beneficio (la estación del AVE forma parte de una red estatal que, en principio, beneficia a todo el país). El primer método sirve para medir el impacto del servicio público en una comunidad y el segundo es un barómetro del bienestar.
Las balanzas que se publicarán en octubre sobre 2009 permitirán conocer si el nuevo modelo de financiación ha supuesto un alivio para el déficit fiscal catalán, puesto que, cuando se acordó, el Gobierno de Montilla afirmó que se rebajaría en dos puntos. También permitirá calibrar los efectos de la disposición adicional tercera del Estatuto, que fija que Cataluña debe recibir el 18,6% de las inversiones estatales, el equivalente a su peso en el PIB. La moción de ayer insta a cumplir esa disposición y el modelo de financiación.
Las últimas balanzas publicadas por Solbes señalan que el déficit fiscal catalán fue en 2006 de entre el 6,55% y el 8,7% del PIB. Un estudio de la Generalitat lo situaba en 11.307 millones en 2001, el 9,2% del PIB.
El diputado por ERC Joan Ridao celebró el acuerdo porque las balanzas, afirmó, "son el mejor antídoto contra los supuestos agravios, también sobre los falsos y demagógicos discursos sobre privilegios o insolidaridad". Josep Sánchez Llibre, de CiU, barrió hacia casa y alertó que estos datos pondrán de manifiesto que "el déficit fiscal que tiene Cataluña, en un futuro, no se podrá mantener". Si CiU defendió con estas palabras el pacto fiscal que propugna Artur Mas, el PSOE reivindicó el actual modelo de financiación de las comunidades autónomas como "el mejor que ha habido nunca", en palabras de la diputada Montserrat Colldeforns.
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