Las dudas sobre los objetivos y el mando lastran la misión en Libia

Las dudas sobre el mando, los objetivos y el alcance de la intervención militar aliada en Libia marcaron ayer el tercer día de la operación. El presidente Obama anunció que EE UU transferirá el mando de la misión "en días, no en semanas" sin aclarar quién lo asumirá, y que su país dejará de participar en los ataques una vez sea traspasada la dirección de la operación. El presidente norteamericano también sugirió que "la OTAN debería estar involucrada", una posibilidad que dividió a los aliados europeos entre quienes desean que la Alianza asuma ese liderazgo -Reino Unido e Italia- y los que prefieren que cumpla tan solo un papel de apoyo pero que no mande como Francia, Turquía, Alemania y España.

La confusión llevó a que Noruega suspendiera su participación en la misión hasta que se aclare quién está al mando. También suscitó debate si el objetivo de la misión incluye el derrocamiento de Gadafi, lo que Obama negó. Pese a todo, los rebeldes libios lograron recuperar la iniciativa en el este del país tras los ataques aliados.