Arte joven, nuevo y fresco

"Es más divertido estar detrás de una cámara que delante". Zuhar Iruretagoiena (Zarautz, 1981), resuelta, posa primero con chaqueta, luego sin ella, le acompaña Jaime de los Ríos (San Sebastián, 1982). Los dos jóvenes, ella formada en Bellas Artes y él ingeniero electrónico, han sido los ganadores de la 54ª edición del Certamen de Artistas Noveles, organizado por la Diputación de Guipúzcoa y Kutxa. El premio, instaurado en 1920 y de carácter bienal, reconoce desde entonces a aquellos que tienen algo que decir en el mundo del arte. Sus obras y la de otros 19 artistas, todos menores de 35 años, se podrán contemplar en el Koldo Mitxelena hasta el 14 de mayo.

Iruretagoiena parece que siempre tuvo claro aquello de que quería ser artista. Con mucho trabajo, "como en cualquier profesión", asegura haber llegado hasta aquí. Trabaja con fotografía, escultura y vídeo. Ha ganado otros premios, ha expuesto individual y colectivamente, pero insiste: "Mucha gente piensa que con esto te empezarán a llamar las galerías de arte, pero no es así".

Koldo Mitxelena presenta en una muestra los trabajos seleccionados

Las obras ganadoras son un conjunto de fotografías y un audiovisual

Al Certamen de Artistas Noveles se ha presentado con una serie de 48 fotografías, divididas en seis grupos de ocho. Las instantáneas (Gazte, Zoriontsu eta burugabe, Joven, feliz y alocada seguramente) muestran como varias mujeres, "todas son artistas relacionadas de una u otra forma con el País Vasco, porque han estudiado o trabajan aquí", explica, colocan un cuadro en una pared. Cada conjunto en sí encierra la acción.

La obra nació tras la primera exposición individual de Iruretagoiena en BilbaoArte, en 2009. "En la reflexión de cuándo se construye el arte si en el hacer y la dificultad técnica o en los discursos propios del arte", aclara, surgió la idea de pedir a ocho artistas que eligieran un pequeño cuadro con motivos florales, pintados por la propia Iruretagoiena durante un curso de pintura al óleo al que se apuntó en un centro cultural. "Lo que me parece interesante es que en la acción del hacer, estas artistas se retratan porque toman decisiones de a qué altura, como colgarlo, torcido, recto...", añade.

De Los Ríos, un "outsider" en el mundo del arte, como el mismo se define, muestra con Autopoética el reflejo de la luz en el mar. A través de un programa informático juega con los dos elementos (agua y luz) y los proyecta en una habitación oscura formando 14 volúmenes rectangulares. Su obra "no es racional, no es previsible, es cambiante. Poética porque es lo que hacemos los artistas, y auto porque la obra se hace a sí misma. Está viva", aclara.

El artista, formado en tecnología y en ciencia, se volcó con el arte a raíz de un laboratorio que desarrolla en Arteleku y en el que combina los dos aspectos. Aún así asegura que su inquietud por un mundo en un principio ajeno nació mucho antes. "La gente que estudia ingeniería no tiene porque terminar trabajando en una industria, queremos ser ingenieros, algo que tiene que ver con el ingenio, que a su vez comparte espacio en el cerebro con la creatividad. Pero han separado los dos conceptos y yo quiero desarrollarme a través de los dos", ilustra De Los Ríos.

Su obra bebe de muchos conceptos: del new media, del software libre y del hardware con el que desarrolla sus proyectos, de un sentimiento también contra el sistema, pero, sobre todo, subraya un concepto el de Do it yourself (Hazlo tú mismo) o Do it with others (Hazlo con otros). "Somos tanto productores como consumidores de nuestras obras porque acabamos utilizando herramientas desarrolladas por otros".

Iruretagoiena ya sabe en que va invertir los 7.000 euros del premio, "en producir obra", apunta. De los Ríos, con varios proyectos en marcha, todavía no lo tiene muy claro.