"Me siento como una especie en peligro de extinción"

Su discográfica le debe de hacer la ola. ¿Cree que vende discos porque el público que consume su música no sabe descargarse canciones ilegalmente? Sea como sea, no siento presión. Aunque no estaría mal formar parte de la salvación de la industria.

Su sonido es lo opuesto a la moda. ¿Se siente muy marciana en este negocio? Más como una especie en peligro de extinción. Me gusta ir a la contra. Odio la moda. Busco cosas que permanezcan.

¿Ha detectado qué es lo que Burt Bacharach vio en usted? Me dedicó una declaración: "Es bonito tener una cantante que simplemente cante una canción, sin florituras ni trucos de diva".

¿Qué oportunidad se fustiga por haber dejado pasar? Me ofrecieron ser aprendiz en una peluquería. Debí haber aceptado. Me habría ahorrado bastantes disgustos.

Estuvo 10 años implorando un contrato discográfico. ¿No disfruta de su recién adquirida fama? No le encuentro ningún valor.

¿Y cómo evitará convertirse en una diva insoportable? Intento hacer cosas normales. Como esperar en la parada del autobús bajo la lluvia.

Como británica nacida en Pakistán, ¿cree que el Reino Unido se mira mucho al ombligo? Demasiado. Por eso pienso que está bien cuando España gana un Mundial del fútbol.

¿Qué opina del actual Gobierno conservador británico? Que sus intenciones son buenas. No es culpable de la situación actual. Pero la gente está hasta el moño de los políticos. Algún día tendremos que empezar a organizarnos por nuestra cuenta. Pronto la empresa privada acabará asumiendo más responsabilidades filantrópicas. Ocurrirá. Se crearán estructuras alternativas.

No es el habitual discurso político de una estrella del rock... ¿No? No lo sé. Está en la naturaleza del poder: eventualmente, cualquier persona que lo ostenta -y muy particularmente si es hombre- se vuelve irresponsable. El sistema en el que vivimos no funciona.

¿Es usted una persona feliz? No.