"Me gusta trabajar y pensar las cosas, no hacerme el 'cool"
My Chemical Romance vuelve al escenario hoy en Valencia
"Nos llamamos varias veces por teléfono y, cuando nos vimos para ensayar por primera vez, yo ya tenía una pizarra en la que había escrito desde el nombre y cómo serían los primeros discos hasta el aspecto que tendría nuestro merchandising. No me avergüenza admitirlo. El mundo del rock está lleno de gente que finge que todo es espontáneo y natural. Creen que así parecen más guay. A mí me gusta trabajar y pensar las cosas". Gerard Way, líder de My Chemical Romance, se incorpora, se toca el pelo rojo y encoje los hombros. "Jamás me ha interesado hacerme el cool", admite, y se vuelve a dejar caer sobre el sofá de su camerino en el barcelonés Sant Jordi Club, donde en un par de horas la banda actuará [la semana pasada]. Esta noche repiten experiencia ibérica en Valencia. Son cabeza de cartel del MTV Winter Day, donde también actuarán en versión de dj set Orbital y Groove Armada.
"Nos convertimos en esa banda que debe morir para que continúe el 'show"
El grupo que se podrá ver sobre el escenario dista mucho de esa banda que un día fue epígono del emo hasta que decidió borrarse tras la gira de The Black Parade. Aquel disco del combo de Nueva Jersey les trajo fama y fortuna, pero también estuvo a punto de acabar con ellos. Mostraban tanto interés en morirse que más de uno pensó en acabar el trabajo que ellos no parecían dispuestos a culminar. "Fue una época dura. Tuvimos algunos problemas con los tabloides, fuimos una mala influencia para los hijos de sus lectores. De golpe, nos dimos cuenta de que nos habíamos convertido en esa banda que debe morir para que el show continúe. Llega un punto en el que o te sobreviene la tragedia o mucha gente pierde interés en ti. Optamos por lo segundo. Nos arriesgamos", recuerda ahora Way, que es también guionista de cómic y un tipo sorprendentemente articulado.
Más de dos años después de que certificaran la defunción de The Black Parade en un concierto multitudinario en el DF, My Chemical Romance volvieron el pasado mes de noviembre con Danger days: The true life of the fabulous killjoys, un disco de rock bastante más colorido y optimista. Way se había casado y era padre. Ya no parecía interesado en amargar la vida de los progenitores, metiéndoles revolucionarias ideas sobre independencia y muerte a sus hijos. "Supongo que había un riesgo en esta propuesta. Pero siempre supe que nuestros fans iban a estar ahí, y tenía la intuición de que ellos iban a crecer con nosotros. Lo curioso es que, cuando se empezaron a conocer canciones del disco, el sentimiento que había entre los fans era de alivio. Ellos ya no eran las mismas personas de hace tres años y no hubiesen aceptado que hubiésemos sido paternalistas con ellos", apunta Way. ¿Estaba este giro vital apuntado en aquella pizarra que el vocalista mostró antes del primer ensayo de la banda? "No exactamente, pero sí estaba la idea de crear algo que fuese incómodo de definir, que descolocara a toda la prensa. Finalmente, creo que lo hemos conseguido".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.