Gasolina de Canarias

A DISA, propiedad de la familia Carceller (también máximos accionistas de Damm), le ha venido muy bien la salida de España de algunas de las grandes multinacionales petroleras. El grupo canario, que a principios de 2000 tenía poco más de 150 estaciones de servicio (todas en Canarias), figura ahora entre los cinco primeros operadores españoles, con 524 gasolineras, 203 en Canarias y 321 en la Península: un crecimiento que ha logrado a través de la compra de redes a otras marcas. DISA se hizo en 2004 con las 265 estaciones de Shell en la Península, operación que supuso su primera inversión en retail fuera de las islas. Al año siguiente adquiría, también a Shell, otras 75 estaciones, la mayor parte en Canarias, además de otras cuatro a Total dos años después.

Promueve producir biocombustibles en Canarias a partir del cultivo de la jatrofa

En 2004 y 2005 compró a Shell 340 estaciones en España y cuatro más a Total

Esta sucesión de compras marca un antes y un después en la historia de DISA. "Fue fundamental", dicen en la empresa, "ya que nos situó entre los primeros operadores del mercado". DISA es ya el segundo operador netamente español después de Repsol, una vez que los tres que le anteceden, Cepsa, BP y Galp, son propiedad de empresas de Abu Dabi, Reino Unido y Portugal. Pero lo más importante es que en el sector se cree que DISA, la primera empresa de Canarias, con una facturación de 1.698 millones de euros en 2009 y 2.400 trabajadores en la actualidad, no se quedará por aquí. "Nuestro objetivo", reconocen en la empresa, "es continuar con nuestro plan de crecimiento y expansión".

DISA, una empresa muy competitiva (que antes de la liberalización ya competía en Canarias con rivales como Shell, Esso o Texaco), fundada en 1933, es más que una mera red de retail de carburantes. Además de las gasolineras, tiene presencia en gases licuados de petróleo (butano y propano), logística, comercialización de productos para la aviación en los cuatro aeropuertos canarios y transporte terrestre y marítimo. Tiene instalaciones logísticas en cada una de las siete islas y su flota terrestre dispone de más de 140 vehículos. Para el transporte marítimo entre las islas, el grupo ha creado una naviera, Petrogas, con seis buques, "todos de doble casco y a la vanguardia de la tecnología", aseguran en la empresa; barcos que trabajan no solo para DISA, sino también para Cepsa, Texaco, Repsol o BP.

Esto sin olvidar las renovables. En 2007 la compañía puso en marcha un proyecto de producción de biocombustibles a partir del cultivo de la jatrofa, una planta que se da en entornos semidesérticos y que por eso se está ensayando en Fuerteventura. La idea es iniciar la producción a partir de 2014. "También hemos puesto en marcha", dicen en DISA, "una división de energías fotovoltaicas". Además, la empresa, considerada el primer grupo empresarial e industrial de Canarias, se ha extendido a actividades no ligadas a la energía. Participa en Syocsa-Inarsa, una de las primeras constructoras e inmobiliaria de las islas, y es dueña del hotel Sheraton La Caleta en Tenerife.

Dada, sin embargo, la vocación de crecimiento del grupo y de su primer accionista y presidente, Demetrio Carceller Arce, se da por descontado en el sector que el grupo no dejará de aprovechar otras oportunidades para seguir escalando puestos. Aun cuando la crisis ha reducido el consumo de combustibles y ha afectado la rentabilidad de las áreas de retail de las petroleras, en DISA sostienen que el impacto no ha sido excesivamente traumático. "La diversificación nos ha permitido mantener la cuota de mercado y el plan de inversiones; además hemos creado un 45% más de empleo en los últimos cuatro años".

La petrolera canaria, la primera independiente de España, dispone además, según todo indica, de un buen botín de guerra con el que ir de compras. El grupo acaba de aumentar su apuesta por Sacyr Vallehermoso, en la que elevó el 25 de febrero su paquete hasta el 9,99%, participación que, sindicada con la adquirida por el Grupo Satocan, le sitúa en un 12,84% del capital. Ese 9,9% valía a mediados de semana en torno a los 330 millones. Y tres días después de anunciar la compra de ese paquete, DISA informaba de la venta de su participación del 10% en CLH a un grupo de fondos gestionados por

AXA, una operación que en el sector se evalúa en 360 millones de euros. Pero el paquete de Sacyr no es todo. A través de DISA, los Carceller controlan el 26,6% de la catalana Damm, el segundo grupo español de bebidas y, en cierto modo, la otra pata de su emporio empresarial, empresa esta que controla a su vez un 8,55% de Ebro Foods, en la que Carceller, según él mismo ha reconocido, le gustaría crecer.