La ciudad, revulsivo económico
Expertos, políticos y empresarios debaten la estrategia de Barcelona ante la crisis
"La única manera de abordar la crisis global es desde la proximidad. Hay que recuperar el tejido industrial y productivo. Lograr el crecimiento desde el ámbito local", recomendó Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS, el miércoles, en la apertura de la jornada Barcelona hace frente a la crisis, que reunió a empresarios, políticos y expertos. "Hasta hace poco creíamos que lo importante para la economía eran los países, y no las ciudades. Hoy, que tenemos estadísticas muy apuradas de áreas metropolitanas, vemos que cuando un país tira adelante es porque hay una o dos grandes ciudades que tiran de él", valoró el catedrático Antón Costas.
¿Qué debe hacer Barcelona para asegurarse un hueco entre ciudades locomotora? "Las ciudades exitosas son aquellas que logran hacer realidad los sueños de los jóvenes", aseguró Costas. Ciudades, razonó, que funcionan como un imán para las mentes inquietas que quieren crear valor. Londres, aseguró, es una de esas ciudades. También Nueva York. "[Joseph] Schumpeter dice que hay una década de los humanos, sagrada, de la fecundidad creativa. La mayoría de cosas importantes que se han hecho en la vida por científicos y empresarios fue en esa época de su vida, en esa década de la fertilidad entre los 20 y los 30", apuntó Costas. Por eso, dijo, aunque las ciudades no pueden olvidar a los habitantes de más edad, deben esforzarse en atraer el talento joven y lograr "que aniden".
La ciudad con éxito, cree Costas, es la que logra cumplir los sueños de los jóvenes
"La demanda interna ya no dará grandes alegrías, Hay que ir fuera", dice Vives
En la jornada en la que se habló del papel de Barcelona, la presidenta de Reig Capital Group, Maria Reig, que participó en el debate organizado por EL PAÍS y moderado por el subdirector Francesc Valls, coincidió con Costas. "Hoy las ciudades son más fuertes que los países". Pero advirtió de que hay factores negativos que Barcelona debe controlar para no quedarse atrás. Por ejemplo, los sectores económicos de la ciudad, valoró, no han sido capaces de aprovechar la marca Barcelona. La importancia de desarrollar el área metropolitana, y no solo la capital en sí misma, también centró parte del debate, en el que además de Reig intervinieron el empresario y presidente de Ficosa, Josep Maria Pujol; el economista Germà Bel y el profesor del IESE Xavier Vives.
"En Barcelona, con la crisis, podríamos haber tenido la tentación de pasar a ser solo un lugar agradable. No. Queríamos seguir siendo motor económico y un espacio en el que ciertamente la gente pueda realizar sus sueños", defendió el alcalde, Jordi Hereu. "Somos un espacio para el trabajo, la producción y la capacidad de generar oportunidades. La dureza de la crisis ha reforzado esta ambición", aseguró. A pesar de su optimismo, reconoció que todavía hay retos que superar, "por ejemplo, instrumentos de gobernanza pública y cooperación entre sectores públicos y privados". También temas relacionados con la convivencia y la seguridad.
Para trabajar el mercado global sin olvidar las necesidades locales, agregó Hereu, la capital necesita de más y mejores infraestructuras: citó el corredor del Mediterráneo y la necesidad de que el puerto y el aeropuerto se conviertan en un centro internacional de conexiones. "Si queremos ser base exportadora de España, necesitamos mecanismos que nos hagan más competitivos", reclamó el alcalde.
"La demanda interna no nos dará grandes alegrías. Eso quiere decir que debemos ir mucho afuera. La internacionalización debe ser una prioridad para levantar la economía", coincidió Vives. Para Bel, lo único que requiere Barcelona es un área de influencia. "Y hace falta un terreno de juego con reglas justas. El Gobierno central desde hace mucho ha sido Madrid. Ya que todos tenemos que competir, tenemos derecho a unas reglas justas", exigió. "Me gustaría ver una ciudad cuidada, limpia, alegre y acogedora", resumió Josep Maria Pujol, presidente de Ficosa. Para lograrlo, recomendó, los dirigentes deben hacer lo mismo que le exige a la empresa: "Actuar siempre pensando en la excelencia".
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