"En Cataluña hay productores más arriesgados"
Sin dormir. Con un café en el cuerpo y pidiendo perdón -"tengo el cerebro a un 2%"-. Así aparece a primera hora de la tarde un chispeante, por feliz, Agustí Villaronga (Mallorca, 1953). En la noche del domingo su Pa negre ganó nueve goyas; en la mañana del lunes, su película aún le daba un regusto a cineasta querido y a éxito merecido. "Me emocioné mucho anoche. Sentí el cariño de la profesión... Yo quería controlar, estar sereno ante todos los premios que se daban, pero hubo un momento, cuando charlé con Rosa Maria Sardá detrás del escenario, la vi con los ojos muy emocionados, y ahí me relajé, me dejé llevar por los sentimientos. Descontrolé la tensión".
Comedido, el cineasta repasa la gala, con un tramo final en que se llevó los cuatro últimos premios. "Sinceramente, recuerdo poco lo que me pasaba por la cabeza. Cuando Nora Navas se llevó el galardón a la mejor actriz, pensé: "estamos abocados a los premios grandes". A él, el pálpito le hizo intuir desde la entrada que era noche de gloria. "Lo noté mucho, aunque también me planteé si la gente era amable solo por deferencia. Yo he estado poco en los Goya. Ya se han cumplido 20 años del premio que gané [mejor guión original por El niño de la luna]. Muchos me dijeron que me habían votado... pero igual era verdad, igual no". ¿Y no sintió que una gala con tanto morbo y enfrentamiento le quitó protagonismo a Pa negre? "No, yo entiendo que tenga más tirón hasta Javier Bardem. Comprendo que muchas miradas se centraran en las butacas de Alex y la ministra tras la disputa".
'Pa negre', su sexto largometraje, fue la triunfadora en la noche de los Goya
"Nueve premios tienen sus efectos... y yo espero que sean para bien"
En uno de esos momentos de sinceridad alexiana, el presidente de la Academia confesó que le hacían mucha ilusión las 14 candidaturas de Pa negre, porque considera a Villaronga un cineasta a vindicar y emular. "Noto la admiración de una generación de directores jóvenes: Guillem Morales, Juan Antonio Bayona... Han crecido con mi trabajo, noto que están ahí al lado y se lo agradezco muchísimo. No son ellos los que me hacen sentir viejo [risas]...".
Por primera vez, una película en una lengua oficial en España distinta al castellano ha ganado el Goya principal. Antes ya lo habían hecho dos en inglés: El sueño del mono loco y Los otros. "Bueno, es que esas películas estaban muy bien. Quizá si hubiera habido un filme en catalán a su altura habría ganado. No he reflexionado mucho sobre eso, y me lo preguntáis insistentemente, pero... Las películas catalanas con peso fuerte en los Goya han sido Salvador, de Manuel Huerga, los trabajos de Ventura Pons... No sé, creo que esto ocurre ahora porque por fin el cine catalán se está solidificando. Ha habido un empujón que ha generado trabajo, y a la vez eclosionan los estudiantes de la escuela de cine de Cataluña y los trabajadores que vienen de los telefilmes".
Villaronga reflexiona con cuidado, porque el panorama va a cambiar con el nuevo gobierno de CiU en la Generalitat: "sospecho que habrá ajustes, aunque no sé cuánto. No me preocupa mi futuro profesional, sino el general. Yo vivo un buen momento, tengo trabajo para el próximo año, pero ¿y los demás?". Aunque a continuación confiesa una contradicción: "anoche pensaba en la gran generosidad de los académicos que también eligieron un documental catalán, Bicicleta, cuchara, manzana... y al segundo me planteé que probablemente todos los catalanes votamos en masa. En realidad, sentí a todo el mundo a favor de la obra. Creo que en Cataluña hay productores más arriesgados: Chavarrías, mi productora [Isona Passola], Luis Miñarro... y esas figuras no se dan en el resto de España. Tampoco las películas de Joaquim Jordà, Marc Recha, José Luis Guerin, Isaki Lacuesta... Es cine necesario".
Por ahondar en falsos tópicos, Pa negre habla del dolor y las mentiras que quedan tras la Guerra Civil en una comarca catalana. ¿Otra película sobre la Guerra Civil? Según un estudio de la Academia de Cine, en los últimos 10 años solo se han estrenado 14 películas sobre el conflicto, un 1,45% de la producción total. "A veces leo estas cosas en los blogs... Nada, son tópicos. En realidad yo no hablo de eso, sino de la sociedad que emerge tras un conflicto. Y obviamente es más sencillo para mí hablar de algo que conozco y por tanto centrarme en Cataluña".
En Pa negre late otro corazón, el del escritor Emili Teixidor, autor de la novela original. "Comí un día con Emili e Isona, me ofrecieron el proyecto y no lo tenía claro. Solo se me abrió la cabeza cuando leí otro de sus libros, Retrato de un asesino de pájaros, cercana en temática a la primera y que tenía acción necesaria para llegar a la pantalla". Curioso: Villaronga ha encontrado su mundo en el de Teixidor: "La pérdida de la inocencia al inicio de la adolescencia, los traumas sufridos en la infancia por experiencias externas y fuertes provocadas por adultos... Tenemos elementos comunes".
Si los Goya resucitan taquillas, Pa negre debería mejorar sus números. La han visto 190.000 espectadores, que suponen 1.200.000 euros. Actualmente está en 60 pantallas y entre el miércoles y el lunes superarán las 110. "Claro que me apetece que la vea más gente. Pero que no me oiga mi productora, no sé yo si la película tiene más carrera. Ya me pasó con las candidaturas, que de repente se reestrenó y pensé que ya Cataluña estaba muy trillada. Y no, seguía funcionando. Hombre, nueve premios se notan y espero que sea otra vez para bien". Entre esos cabezones, están los dos goyas a actor y a actriz revelación, ganados por dos niños: Marina Comas y Francesc Colomer. ¿Son lícitos esos premios? ¿De verdad actúan los niños? ¿No se les malea para su futuro? "No estoy de acuerdo. Son actores y personas en formación, no creo que un goya signifique una losa en su futuro. Pueden convertirse en abogados, pintores, médicos... O seguir en la interpretación y cambiar mucho su físico. Además, los niños actúan, hacen un trabajo muy grande, probablemente siguiendo un proceso menos verbalizado".
"Internet es la salvación de nuestro cine": ¿qué opina el sector?
El agotamiento de ciertos modelos de negocio de distribución y exhibición cinematográfica y la discusión sobre su futuro están en la base del discurso de Alex de la Iglesia en la gala de los Goya. "Solo ganaremos el futuro si somos nosotros los que cambiamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un nuevo modelo de mercado que tenga en cuenta a todos los implicados: autores, productores distribuidores, exhibidores, páginas web, servidores y usuarios (...). No tenemos miedo a Internet porque Internet es la salvación de nuestro cine", dijo el director de Balada triste de trompeta. Las reflexiones del todavía presidente de la Academia han calado en el sector. EL PAÍS ha palpado el estado de opinión sobre este tema de sendos representantes de los sectores de la distribución, la exhibición, la dirección y la producción.
Enrique González Macho (distribuidor y exhibidor): "Puede que la salvación del cine venga por Internet aunque es muy curioso que se haya matado un modelo de industria que ha funcionado en los últimos cien años, sin saber aún cuál va a ser el modelo del futuro. No quiero ser retrógrado, pero vivimos un momento muy peligroso, no se sabe dónde podemos acabar, es todo un galimatías. Lo que tengo claro es el principio básico de que si no hay respeto a los derechos de autor no van a existir los autores. El todo gratis es imposible. Los modelos del futuro deben de surgir de los propios creadores, que son los dueños de su creación".
Pedro Pérez (presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España, FAPAE). "La única matización que haría yo a Alex de la Iglesia es que la salvación del cine debe venir de una convivencia entre las salas y las pantallas de Internet. Creo profundamente en su convivencia. Nosotros, desde FAPAE, ya estamos trabajando en eso. La semana pasada tuvimos un encuentro con distribuidores, exhibidores, televisiones, portales de Internet y empresas de tecnología. El cambio debe adecuarse a las nuevas pautas de consumo. El gratis total no vale, pero es importante dar acceso a través de Internet a filmes de reciente estreno a precio asequible y antes de su pase por televisión. Se puede jugar con una política de precios, e ir bajándolos en Internet a medida que se vaya separando de la fecha de estreno en salas".
Fernando Évole (consejero delegado de Yelmo, empresa que gestiona 415 pantallas de cine en toda España): "En Europa y EE UU el número de espectadores en salas está creciendo, por eso estoy convencido de que el mercado de salas y el consumo de contenidos a través de Internet de forma legal es complementario. Es erróneo pensar que Internet va a ser la salvación de nuestro cine, aunque sí nos va a ayudar a distribuirlo mejor de forma legal. Internet no solucionará la falta de interés de los espectadores por el cine español, la única manera de conectar con el público es haciendo mejores películas".
Agustí Villaronga (director de Pa negre): "Internet es una herramienta necesaria en el cine, y cómo se use esa herramienta es donde entra la ley Sinde. La ley va por un lado y quizás Alex de la Iglesia quería ir por otro. Si el sistema es prohibir páginas, no lo veo claro. Es un avance para la cultura regular, pero no prohibir. Internet va a ser clave para el cine en breve". Pa negre se proyecta en 60 salas, y entre el miércoles y el viernes alcanzará las 110: es el efecto Goyas. Desde el miércoles 23 se podrá ver en DVD en alquiler, en la web de streaming Filmin (a 2,95 euros el visionado) y en el servicio de VOD (video on demand) de Canal +.
Babelia
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