Enseñanza frena los portátiles y mantiene los barracones
La consejera afirma que la crisis obliga al 'tijeretazo'- La preinscripción escolar se inicia con 12.000 plazas más el curso próximo
La reducción de los barracones prefabricados en las escuelas deberá esperar por la crisis económica. Lo dijo ayer la consejera de Enseñanza, Irene Rigau. "Los módulos prefabricados [barracones] deberán estar más tiempo de lo que estaba previsto por las circunstancias económicas", afirmó. También por motivos económicos, Rigau dijo que se frenará la entrada de ordenadores portátiles en la secundaria, que empezó hace dos cursos.
El antiguo plan de introducción de portátiles en secundaria se ha congelado. Los de primero que ya lo tienen y pasen a segundo seguirán con el portátil, pero se frenará la implantación a partir de septiembre con los alumnos que empiecen secundaria. "Los que ya están [con portátil] seguirán, pero el plan no se llevará a cabo como estaba previsto en septiembre", aseguró Rigau. "No les puedo decir si los de primero se iniciarán con los ordenadores", añadió. En septiembre deberían sumarse al plan alrededor de 40.000 alumnos.
"Habrá dos grupos: los que tienen tecnología y los que no", dice un padre
La introducción de portátiles en las aulas está cofinanciada por la Generalitat y las familias. La Generalitat paga la mitad de cada ordenador (150 euros) y las familias la otra mitad. La Generalitat tiene un acuerdo con el Ministerio de Educación para extender los ordenadores y ya le ha comunicado que lo parará hasta que tome una decisión final.
Las cifras del anterior Gobierno dicen que había instalados 1.046 barracones escolares, según datos cerrados en septiembre de 2009. En los siete años de Gobierno tripartito los barracones prácticamente se duplicaron, ya que eran 551 en 2004.
Familias y profesores reaccionaron ayer contra el frenazo en la digitalización de las aulas de secundaria. El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Secundaria (Fapaes), Pere Farriol, advirtió de que habrá una secundaria "con dos sistemas divididos entre los que tienen tecnología en el aula y los que no", informa Europa Press.
Farriol pidió que se concrete el nuevo plan de introducción de los portátiles. Añadió que el frenazo de los ordenadores en el aula es una medida "contradictoria" porque no contribuye al éxito escolar.
La presidenta de la Federación de Padres de Alumnos de Catalunya (Fapac), Imma Fuyà, dijo que la implantación de los ordenadores se ha hecho "demasiado deprisa". "No me parece bien que, por cuestión de dinero, el recorte recaiga sobre la educación", añadió Fuyà, quien también criticó la prolongación del uso de los barracones en las escuelas.
El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) criticó el frenazo de los ordenadores. Para el portavoz socialista en la Comisión de Educación y Universidades del Parlament, Daniel Font, la introducción de los ordenadores es "prioritaria" y "fundamental".
Después de que Enseñanza dijera que se hará un esfuerzo para optimizar las plantillas, los sindicatos CC OO y USTEC pidieron una reunión urgente con la consejera. Rigau dijo ayer que, en plena crisis, su intención es hablar con los sindicatos para optimizar los recursos humanos, aunque evitó pronunciarse sobre la eventual supresión de la sexta hora diaria de clase en los centros públicos. La preinscripción escolar empezó ayer para las etapas de infantil, primaria y secundaria. Enseñanza ofrece para el próximo curso 1.044.509 plazas, 12.127 más que el pasado. Las familias tienen de plazo hasta el 25 de febrero para hacer la preinscripción. Tras el proceso de admisión, la matrícula será del 6 al 10 de junio. En el nivel de P-3, en el que se producen las incorporaciones a la escuela, se ofrecen 87.353 plazas. Enseñanza creará un nuevo espacio en su web con toda la información para guiar a las familias en la preinscripción.
La novedad de este año es que se dan cinco puntos extra a los alumnos que hayan tenido a sus padres o a hermanos mayores en el centro al que optan a entrar. En caso de llegar empatados a puntos, estos cinco puntos extra servirán para desempatar. Tras el aluvión de críticas a esta medida -de ICV, del Síndic de Greuges y de las asociaciones de familias de alumnos Fapac y Fapaes- la consejera de Enseñanza la justifica porque se refuerza el vínculo de las familias con la escuela. Pero, además, Rigau afirmó que lo que más condiciona la entrada en una escuela son otros criterios como los 40 puntos por tener hermanos escolarizados o padres trabajando en un centro o los 20 puntos que se dan por la proximidad de la escuela al domicilio.
El departamento cree que sería bueno ampliar las zonas escolares para que no pese tanto la cercanía del domicilio a la escuela. Pero no será el curso que viene porque la preinscripción ya está en marcha. Rigau afirmó que cuanto más pequeña es la zona escolar más difícil es a veces entrar en un centro. "Todo discrimina, pero hay que ver en qué grado", dijo. La consejera, no ve lógico que un alumno del Raval pierda los puntos de proximidad si opta por centros concertados colindantes del Eixample.
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