Solo Madrid y La Rioja cumplen las condiciones para emitir deuda nueva

Casi todas las comunidades autónomas viven estos días pendientes del examen que tienen que pasar ante el Ministerio de Economía y Hacienda para determinar si pueden seguir endeudándose o no. Solo dos escapan a estas cuitas: Madrid y La Rioja, ambas gobernadas por el Partido Popular. Son las únicas Administraciones regionales que pueden elevar su nivel de deuda, porque cumplieron con los límites de déficit en 2009 y han presentado unas cuentas muy moderadas para 2011, según ha confirmado Hacienda.

Esta es una de las pocas conclusiones claras que emergen del embrollo gestado esta semana sobre la capacidad de endeudamiento autonómico. A la vista de la confusión creada, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, envió el miércoles una carta a los presidentes de las 17 Administraciones regionales para aclararles las opciones disponibles. Salgado asegura que las 15 comunidades que tenían que presentar planes de reequilibrio -porque se excedieron en su déficit en 2009, último ejercicio del que existen datos desagregados; porque presentaron presupuestos para 2011 con desequilibrios superiores al 0,75% del PIB regional; o por ambas cosas- ya lo han hecho. "Estos planes todavía se están examinando, y no será hasta que cada uno se apruebe individualmente cuando se puedan autorizar nuevas emisiones de deuda por la comunidad autónoma correspondiente", zanjó la vicepresidenta.

Estas dos regiones cumplieron el límite en 2009 y se moderaron en 2011

El resto, por ahora, solo puede refinanciar la deuda que vence

Es decir, solo las dos comunidades sin obligación de presentar planes pueden emitir nueva deuda en estos momentos. Al resto se le irá levantando el veto conforme el ministerio dé por buenos sus planes. La mejor situada es Galicia (PP), pues cerró 2009 en el límite de déficit autorizado (0,75%) y ha presentado para 2011 cuentas ajustadas al 1,3% marcado por Economía. El problema es que, pese a todo, una norma aprobada en tiempos de bonanza obliga a elaborar planes de reequilibrio a todas las autonomías que rebasen el 0,75% del PIB.

Lo que sí podrán seguir haciendo todas es refinanciar la deuda que vence este año, según confirma Salgado en la misiva.

Esta fue la solución ofrecida a Cataluña, que en principio se entendió como exclusiva para la Generalitat. Y esa lectura desató las iras del resto. El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer que las explicaciones del Gobierno "no se inscribirán en el catálogo de las buenas prácticas comunicativas", una reflexión que él mismo consideró "una autocrítica". Rubalcaba añadió: "Quizá un ejercicio no muy ágil por parte del ministerio ha permitido que hubiera un debate innecesario". El vicepresidente hizo estas declaraciones tras el Consejo de Ministros, que aprobó una emisión de deuda de 1.730 millones de euros para Andalucía.

El conflicto surgió al dejar al presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, como único compareciente tras la reunión que mantuvo con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, el lunes en La Moncloa. Sus palabras sugirieron una autorización extraordinaria para el endeudamiento. Al día siguiente, Hacienda aclaró que la única opción consistía en refinanciar la deuda que venciera, como el resto de comunidades, pero para entonces las críticas ya habían subido de tono.