En busca del coleccionista perdido

Arco sobrevivirá si logra conjurar la crisis y obtener buenos resultados: ese es el principal reto con el que se enfrentará Carlos Urroz en su debut como director de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, cuya 30ª edición arrancará el próximo miércoles en un ambiente de, cuando menos, expectación tendente a la preocupación. Una de las necesidades más acuciantes para Arco es el aumento en el número potencial de compradores. Para ello, a lo largo de los cinco días de feria (del 16 al 20 de febrero), 120 coleccionistas de todo el mundo vendrán a Madrid invitados a conocer las obras de las 197 galerías de la exposición general (20 menos que el pasado año) y las de las secciones paralelas.

La feria estrena una asesoría de inversión en arte para aficionados

Son alrededor de 200 galerías las que han quedado fuera de la cita madrileña al no conseguir superar las condiciones de calidad impuestas por el comité seleccionador. Las propuestas alternativas se podrán ver en Arco 40 (39 galerías que exponen un máximo de tres artistas), Solo Projects (14 stands centrados en un artista y protagonizado básicamente por creadores latinoamericanos). Esta edición incluye 18 galerías europeas dedicadas a artistas emergentes que no tengan más de ocho años de existencia.

El país invitado en esta ocasión es Rusia aunque, a diferencia de huéspedes de ediciones anteriores, estará representado solo por ocho galerías. Alexander Kutnetsov, embajador ruso en Madrid, precisó ayer que las galerías proceden de todo el país, no solo de Moscú o San Petersburgo, y que habrá una fuerte presencia de organismos institucionales para completar el panorama del arte contemporáneo ruso. Entre estos últimos se encuentra el Garage Center for Contemporary Culture, creado en 2008 en Moscú para la difusión del arte ruso por el multimillonario Roman Abramovich, cuya presencia se espera en la inauguración oficial de la feria.

Para coleccionistas con menos posibilidades que el dueño del Chelsea, Arco estrena el proyecto First Collector, una iniciativa donde se ofrecerá un servicio de asesoría de inversión en arte a personas aficionadas o que no tienen costumbre de adquirir piezas artísticas.

Carlos Urroz garantizó ayer que este equipo asesor tendrá un cuidado extremo en evitar la recomendación de autores o galeristas. "Su única misión es orientar sobre qué se puede hacer con una determinada cantidad de dinero y dar indicaciones sobre dónde se pueden adquirir esas obras".

En cuanto a la programación cultural paralela, que durante la etapa de la anterior directora, Lourdes Fernández, tuvo un papel principal, se reduce sustancialmente. Su acto más importante será la exposición de homenaje a los 30 años de la feria a través de las piezas que más sorpresa (o estupor) han causado.