Buscando votos en el último rincón

Llevan así desde diciembre. Son decenas de voluntarios que recorren del Turó de la Peira a la Barceloneta, de Hostafrancs al Besòs. Tienen 20 urnas fijas y 250 móviles, y ofrecen la posibilidad de votar a domicilio. Ganada la batalla del sí a la independencia, los organizadores de la consulta en Barcelona, el 10 de abril, dan ahora la de la participación. Barcelona Decideix se niega, en público, a fijar el porcentaje que separa el éxito del fracaso. El récord lo registra la comarca de Osona, donde en otoño de 2009 se celebró la primera oleada en un clima de euforia y se rebasó el 40% de votos. Barcelona es mucha Barcelona. La única ciudad del área metropolitana donde se sacaron urnas a la calle fue Cornellà y la participación fue del 10%. Otro porcentaje que tener en cuenta fue el 12% de la controvertida consulta de la Diagonal del Ayuntamiento. En su día, los responsables de Barcelona Decideix vinieron a decir que la superarían.

De momento, parece que podrían contar con el voto de la consejera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, que no descarta ahora participar. Cuando ejercía como abogada del Estado, Bozal redactó informes en contra de las consultas independentistas y equiparó a los Ayuntamientos que cedían sus locales a los que los utilizaban para los homenajes a los miembros de ETA fallecidos.

La recogida oficial en Barcelona empezó el pasado 12 de diciembre en el barrio de la Barceloneta. Votó el 20% del censo. "Un éxito", señala el portavoz de Barcelona Decideix, Alfred Bosch. Ni una palabra sobre el total de voto anticipado que llevan recogido. "Va muy bien y estamos batiendo todos los récords", asegura, y añade que supera el voto por correo que registran las elecciones oficiales en toda la provincia de Barcelona: 25.000 papeletas.

Además del masivo despliegue de urnas fijas y móviles en lugares concurridos -bocas de metro, ambulatorios, plazas, escuelas, mercados...-, los organizadores de Barcelona Decideix confían también en los votos anticipados que recauden los fedatarios. Son voluntarios -dan fe- que van con una carpeta con 25 papeletas y cazan votos entre conocidos y familiares, y además se desplazan a domicilio si se les requiere. Por ejemplo, si un anciano o enfermo quiere votar, pero no puede salir. "Los fedatarios suman 40.000 posibles votos", subraya Bosch. Faltan dos meses. Falta por ver si CiU se sube al carro y hasta qué punto se implican los partidos independentistas. Y también qué pasará con el porcentaje de votos negativos. "Tenemos bastantes noes", reconoce Bosch. "Lo ves en las mesas cuando baja el montón de las papeletas negativas".