Sorpresas
Mubarak era socialdemócrata, al menos hasta ayer. Qué buenas son las crisis para desenmascarar a los impostores. Resulta que el partido de Mubarak estaba en la Internacional Socialista (IS). Como está cayendo la que está cayendo, han decidido expulsarle; como si no supieran hasta ahora la naturaleza del individuo y su organización. De hecho, cuando la IS ha tomado la decisión, ha ido a comunicársela al secretario general del partido expulsado, que no era otro que ¡el hijo de Mubarak! El que iba a heredar el imperio. ¿Pero qué saldo de Internacional Socialista es esta?
Esta sorpresa viene a coincidir con otra que me llevé ayer al leer que el Gobierno de Zapatero, en boca de la vicepresidenta económica, no ve bien que la devolución del piso hipotecado sirva para cancelar el crédito, tal como afortunadamente sentenció un juzgado la semana pasada. Dice que sería malo para los bancos y cajas. ¡Claro! Y bueno para el ciudadano. Pero, con la crisis, no se cortan, una vez más, en aclarar con quién están. Siendo esta franqueza lo único positivo de la situación, al menos no lo olvidemos en el futuro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.