Obama convoca a EE UU a ganar el futuro
El presidente pide innovación y reformas para mantener el liderazgo norteamericano
Barack Obama ha reconectado con los norteamericanos y les ha marcado una senda esperanzadora, aunque muy penosa, hacia el futuro. El presidente hizo en su discurso del estado de la Unión la transición entre un país que sale debilitado de una aguda crisis económica y otro que se dispone a encarar un nuevo tiempo decidido a competir, a dotarse de los instrumentos que le permitan hacerlo en las condiciones adecuadas y a extender todo el tiempo posible la supremacía de la que ha gozado durante un siglo.
Ese fue el éxito principal del discurso de Obama, la razón por la que ha recibido un respaldo apabullante en las encuestas -91% en CBS, 84% en CNN- y por la que su popularidad asciende de forma vertiginosa (casi 10 puntos en dos semanas). El presidente ha comprendido que este es un momento en el que su nación está necesitada de un nuevo reto: vencer los obstáculos que la nueva economía representa, superar a naciones que han cobrado ventaja en los últimos años e inventar lo que la humanidad requiere ahora para seguir liderando el progreso.
"Esta es la nación de Google y de Facebook, innovar es nuestra forma de vivir"
"Esta es la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y de Facebook; la innovación no es para nosotros solo un medio de cambiar nuestra vida, es nuestra forma de vivir", dijo el presidente. "Somos capaces de hacer grandes cosas", repitió varias veces.
Todo el discurso fue un grito de vitalidad y de entusiasmo, de confianza en las fuerzas de este pueblo y de aliento para demostrarlo. "El discurso ha sido un programa de 12 puntos sobre cómo enganchar a los norteamericanos con el sueño que ha mantenido vivo a este país desde su nacimiento", opinó el analista político de CBS y Slate John Dickerson.
Sueño no fue aquí contradictorio con realismo. La situación en que se encuentra EE UU es difícil, explicó. El riesgo de que otros países le roben su predominio, muy cierto. "Los hogares de Corea del Sur", advirtió, "tienen acceso más rápido a Internet que nosotros, China está construyendo trenes más rápidos, nuevos aeropuertos... y desde hace poco alberga la mayor instalación privada de investigación solar y el ordenador más rápido del mundo". "Mientras tanto", añadió, "nuestros propios ingenieros valoran nuestra infraestructura con un suspenso".
China e India forman más técnicos y científicos, Corea del Sur dispone de muchos mejores maestros, esos países y otros invierten en investigación más que EE UU. En este país, en cambio, la educación pierde calidad cada año, sus alumnos bajan de categoría en las comparativas internacionales y la innovación se pierde entre regulaciones y arbitrariedades políticas.
Hay que reaccionar, dijo Obama. "Tenemos que hacerlo mejor". Lo que incluye, según sus palabras, señalar las metas de lo que Estados Unidos quiere hacer de aquí a la mitad de este siglo. "En cinco años un 98% de la población debe tener acceso a Internet de alta velocidad... queremos un millón de coches eléctricos para 2015, un 80% de energía limpia para 2035, trenes de alta velocidad para ocho de cada 10 ciudadanos en 25 años".
Eso va a requerir un enorme sacrificio, similar al que este país tuvo que hacer para salir de la Gran Depresión y ganar una era dorada de desarrollo. Va a exigir una nueva mentalidad de parte de los trabajadores y los emprendedores y una serie de reformas profundas en el modelo de actuación del Gobierno y las instituciones del Estado. "La última gran reorganización del Estado ocurrió en la era en que la televisión era todavía en blanco y negro", recordó el presidente.
Esas reformas dependen en gran parte de la capacidad de Obama y de quienes le escucharon en el Congreso en la noche del martes de entenderse en la administración del presupuesto. Los republicanos, como dejaron claro en sus discursos de réplica, no ven mayor prioridad que la reducción del déficit y creen que ahí hay que depositar todos los esfuerzos.
En ese sentido, mientras Obama hizo en su discurso un intento por dejar la crisis atrás, los republicanos demostraron estar aún viviendo políticamente en la crisis. Es cierto que, aunque la Bolsa superó ayer la cifra de 12.000 puntos -lo que no se veía desde junio de 2008-, la crisis no desaparecerá del horizonte hasta que el paro no baje del 9% actual. También es cierto que la mayoría de los norteamericanos comparten con los republicanos su preocupación por el déficit y quieren que el Gobierno gaste menos.
Las diferencias llegan cuando se pregunta qué gastos se eliminan. Y desde ese punto de vista es desde el que Obama defendió su causa más eficazmente que la oposición porque supo vincular la actividad del Estado -el gasto público, en definitiva- con un proyecto de futuro. "La inversión en innovación, educación e infraestructura convertirá a EE UU en un lugar mejor para hacer negocios y para crear empleos", dijo.
Aceptó, no obstante, la idea de recortar el Estado y el déficit. Propuso reducir el impuesto a las corporaciones, eliminar regulaciones y congelar el gasto -mediante la eliminación de programas superfluos y la optimización de recursos en otros- por un periodo de cinco años. Se trata de perder grasa sin eliminar incentivos. "No se puede aligerar un avión quitándole los motores", aseguró.
Es un mensaje que se puede interpretar también como un guiño a los empresarios, poco favorables hasta ahora de la gestión de Obama. Entre los descontentos por el discurso hay que anotar a los partidarios del control de armas, puesto que el presidente no introdujo como se esperaba propuestas en ese sentido. El repaso a la política exterior, por lo demás, fue meramente rutinario.
Palabras clave de otros presidentes
- Franklin D. Roosevelt (1933-1945) - "Enemigos". En el discurso del estado de la Unión de 1945, después del Día D en la Segunda Guerra Mundial, la usó 21 veces.
- Dwight D. Eisenhower (1953-1961) - "Poder". En el contexto de la posguerra, fue el término al que más recurrió en sus discursos.
- J. F. Kennedy (1961-1963) - "Competencia". En plena guerra fría, Kennedy la utilizó más que ninguna otra en 1962 para hablar de Europa occidental y EE UU.
- Ronald Regan (1981-1989) - "Impuesto". En su primera comparecencia en 1981, llegó a repetirla 30 veces para defender su programa de reducción del gasto público.
- Bill Clinton (1993-2001) - "Invertir". Al comienzo de su mandato, esta palabra fue la más usada para proponer sus nuevos programas.
- George W. Bush (2001-2009) - "Terror". En referencia a la guerra contra el terrorismo, fue la que más dijo durante su presidencia junto con "libertad".
Un discurso sobre los desafíos del siglo XXI
- Colaboración bipartidista. "Nuevas leyes solo podrán ser aprobadas con respaldo conjunto de representantes demócratas y republicanos. Avanzaremos juntos, o no lo haremos para nada, porque los desafíos a los que nos enfrentamos son más grandes que los partidos, más grandes que la política".
- Competición global. "India y China entendieron que con algunas reformas podían competir en el nuevo mundo. El mundo ha cambiado y la competición es real. [...] Sabemos qué es necesario para competir para los empleos y las industrias de nuestro tiempo. Necesitamos superar al resto del mundo en innovación, educación, infraestructuras. Hacer de América el mejor lugar del mundo para hacer negocios. Reformar el Gobierno. Así es como ganaremos el futuro".
- Educación. "A todos los jóvenes que están escuchando y están decidiendo sobre su futuro profesional: si queréis contribuir a mejorar la vida de nuestra nación, la vida de un niño, elegid ser profesores. Vuestro país os necesita".
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