Cuéntame... qué pasó con los reyes
Isabel II empezó su reinado como una gran esperanza blanca y acabó huyendo como apestada. Cuando murió en París en 1904, su nieto, Alfonso XIII, mantuvo su agenda y evitó el roce con tan nefasto símbolo. El cadáver de la anciana se envió casi a hurtadillas al panteón de El Escorial.