Robos a 'alcantarillazos'

Sus objetivos: bares y perfumerías. Su forma de actuar: ir en taxi, robar un coche y reventar el escaparate con una alcantarilla. Su frecuencia: hasta cuatro robos en una noche. Su final: desmantelada la red y dos integrantes en prisión. Ese es el rápido resumen de una banda a la que la Guardia Civil imputa más de 50 asaltos a establecimientos de la zona suroeste de la región y que había llegado a delinquir hasta Toledo.

La forma de actuar siempre era la misma. La banda, que tenía su base de operaciones en Collado Villalba y en la capital, se desplazaba en taxi a la localidad en la que tenía previsto robar. Sustraían un vehículo por la zona con el que después huían. Se decantaban por coches pequeños o medianos que no levantaran demasiadas sospechas. Después, acudían al bar o a la perfumería y, tras hacerse con una tapa de alcantarilla, hacían saltar en añicos el escaparate.

En cuestión de minutos, se metían en el local y se apoderaban de todos los objetos de valor que podían. En los bares, la recaudación de la caja registradora y de las máquinas tragaperras o de tabaco. En las perfumerías, todo lo que pudieran arramplar, en especial las colonias. Estas las vendían en mercadillos a precios sensiblemente inferiores al de los establecimientos.

Las investigaciones de la Guardia Civil comenzaron hacia junio, cuando los agentes de la Policía Judicial de Villaviciosa de Odón reciben una serie de denuncias en las que coincide la forma de actuar de los asaltantes. "Comenzaron en Navalcarnero, Brunete y Sevilla la Nueva, pero luego se fueron desplazando hacia el sur de la región y al norte de la provincia de Toledo. Solo en esta ciudad creemos que cometieron más de 20 robos", explicó una portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. "Era un grupo muy activo y no dudaba en cometer dos o tres asaltos, e incluso algunas veces hasta cuatro, en una misma noche", añadió esta portavoz.

Los agentes lograron identificar a los integrantes tras meses de seguirles y controlar sus movimientos. La banda residía en pisos de alquiler de Collado Villalba y de la capital. Solían tomar grandes medidas de seguridad para intentar no ser descubiertos.

Los guardias civiles de Villaviciosa decidieron a principios de semana arrestar a parte de la organización. Detuvieron a cuatro integrantes, que eran los más activos del grupo. Dos de ellos ingresaron en prisión tras pasar a disposición judicial. Ambos tenían antecedentes por hechos similares. Los otros dos quedaron en libertad provisional con cargos. Hay otros tres componentes que están imputados pendientes de ser interrogados en el juzgado.

La Guardia Civil ha cursado una orden de detención internacional porque tres de los integrantes se marcharon a su país de origen, Rumanía. Se les acusa de ser cooperadores necesarios de los más de 50 delitos cometidos por la banda.