Chacón visita a las tropas en Líbano bajo el temor a un enfrentamiento civil

Veinticuatro horas después de que el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba visitara a las tropas españolas en Afganistán, Carme Chacón hizo ayer lo propio en Líbano. En el reparto de la tradicional gira navideña, a la ministra de Defensa no le correspondió la "misión más dura, más difícil y más arriesgada", calificativos reservados a la operación afgana, pero sí la más imprevisible. Líbano es un polvorín de conflictos cruzados y su situación política tan volátil como la gasolina.

La ministra llegó a Líbano en vísperas de que se presente el informe del fiscal sobre el atentado que, en 2005, acabó con la vida del ex primer ministro Rafik Hariri. El movimiento chií Hezbolá, hegemónico en el sur del país, donde están desplegados los cascos azules, ya ha advertido que considerará una declaración de guerra el hecho de que el tribunal internacional, como apuntan todos los indicios, acuse a algunos de sus dirigentes del magnicidio. El país contiene la respiración, con el Gobierno de coalición prácticamente paralizado, a la espera de un veredicto que puede reabrir el enfrentamiento fratricida.

Mientras espera, la situación se mantiene tranquila, tanto que la ministra se pudo desplazar a un colegio cristiano próximo a la base de la brigada española en Marjayún para firmar con la directora del Instituto Cervantes, Carmen Cafarell, un convenio que facilitará formación a los militares españoles que imparten clases de español a estudiantes libaneses. Antes, se dirigió a los soldados, a quienes, además de transmitir la felicitación del Rey, les recordó que Oriente Próximo es uno de los mayores focos de inestabilidad y que lograr la paz, una paz que "no es solo ausencia de guerra abierta", supondría un paso de gigante para la seguridad de España y del mundo entero. De momento, se ha dado un pequeño paso con el compromiso israelí de retirarse de la aldea de Gadjar, la única que sigue ocupada tras la guerra de 2006, aunque aun falta por saber cómo y cuándo.

En Beirut, la ministra se reunió con el presidente Michel Suleimán y con el primer ministro Saad Hariri.