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LOS PAPELES DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO | Corrupción en Jartum

El presidente de Sudán guarda 6.800 millones en bancos de Reino Unido

El fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, pidió a EE UU que se diera a conocer el desfalco de capitales de Omar al Bashir

Omar al Bashir, el presidente de Sudán, esconde en bancos británicos 9.000 millones de dólares (6.800 millones de euros) sacados de las arcas públicas, según señala el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, en un cable del 24 de marzo de 2009. Parte de esos fondos puede encontrarse en el Lloyds Bank de Londres.

Ocampo, que ayer corroboró sus afirmaciones de entonces y anunció una investigación, dijo a los funcionarios estadounidenses de la Misión de Estados UNidos en la ONU que era hora de dar publicidad al robo del presidente para que la opinión pública de Sudán, uno de los países más pobres del mundo, se volviese contra él. "Ocampo sugirió que si se revelase la suma, [Bashir] dejaría de ser visto como un cruzado y se le vería como un ladrón", señala el cable.

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La Fiscalía de la CPI, con sede en La Haya, acusa a Al Bashir de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio supuestamente cometidos durante el conflicto en Darfur, que estalló en 2003 y ha causado ya unos 300.000 muertos, según datos de la ONU.

Durante la charla con los diplomáticos Ocampo señaló además que Bashir expulsó a varias ONG para desviar la atención sobre su orden de detención. El fiscal sugirió que Estados Unidos y la comunidad internacional deberían presionar para conseguir el arresto de Bashir y terminar así de aislarlo. Su situación es la de un "tiburón sangrando rodeado de otros tiburones", dijo Ocampo, para quien todos los que supuestamente están con Bashir no le son leales y están movidos por la avaricia y el afán de hacerse con el poder.

En el mismo telegrama, Ocampo sugiere también que una buena idea para conseguir la detención de Bashir sería tranquilizar a China, convencerla de que su acceso a los recursos petrolíferos del país no se verán comprometidos si cae el presidente. "Si China cree que Bashir se convierte en una figura desestabilizadora", explica Ocampo, "estará más abierta a que el presidente sea remplazado, siempre que su sustituto garantice los intereses de China".

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El Gobierno sudanés negó ayer la información que Ocampo cuenta en el cable y aseguró que se trata de propaganda. "Ocampo está empleando una información falsa para crear presión política", aseguró el oficial del Ministerio de Información, Rabie Abdelati, un alto miembro del Partido Nacional del Congreso de Al Bashir.

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El presidente de Sudán, Omar al Bashir, aclamado por sus partidarios en las calles de Jartum, en marzo de 2009.
El presidente de Sudán, Omar al Bashir, aclamado por sus partidarios en las calles de Jartum, en marzo de 2009.AFP

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