5,2 kilos de uranio bloqueados en Libia
Un mes de infarto para convencer a Gaddafi de que deje salir el material nuclear
Muammar el Gaddafi sorprendió al mundo al anunciar que renunciaba a su programa de armas nucleares en diciembre de 2003, después de largas negociaciones secretas con Washington y Londres. Empezó entonces el mucho menos mediático proceso de desmantelamiento de las instalaciones. Las despachos diplomáticos que ahora han salido a la luz revelan un incidente a finales del año pasado que estuvo a punto de dar al traste con ese plan. "Libia frena la transferencia de uranio altamente enriquecido", anunciaba el embajador Gene Cretz en un despacho secreto, no apto para extranjeros y urgente, el 25 de noviembre.
El material radiactivo, 5,2 kilos de uranio altamente enriquecido (HEU en sus siglas inglesas), era el último cargamento de combustible nuclear utilizado que los libios se habían comprometido con EE UU a entregar a Rusia. De acuerdo con el despacho, todo estaba organizado para que el día 21 un avión ruso cargara el uranio enriquecido durante la noche y saliera de allí al día siguiente. Los científicos del Centro Nuclear de Tayura, al este de la capital libia, habían empaquetado el uranio en siete contenedores de cinco toneladas, precintados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica. Sin embargo, "el día 20 de noviembre, el Gobierno de Libia ordenó inesperadamente que pararan los preparativos", escribe Cretz.
El embajador muestra su alarma porque los expertos del Departamento de Energía le dicen que disponen de "un mes para resolver la situación antes de que la seguridad del material se convierta en una crisis". Por eso recomienda que se empleen todos los "recursos posibles para encontrar una solución y que se mantenga el problema fuera del alcance de la prensa". Lo consiguieron. Solo ahora, al filtrarse los cables, hemos sabido de los apuros que pasó el embajador hasta que encaminó el asunto.
Cretz descubrió finalmente el día 27 cuál era el motivo del cambio de parecer libio. Saif al Islam, hijo y heredero aparente de Gaddafi, le explicó que Libia estaba "harta" de la lentitud de los compromisos bilaterales. El embajador recomienda que la secretaria de Estado telefonee a su homólogo libio con un mensaje personal a Gaddafi. Finalmente, el día 21 de diciembre, justo un mes después de la fecha prevista, un cable anuncia que "el último cargamento de HEU sale de Libia".
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