El rey Juan Carlos se reunirá con Lula da Silva

Que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no acuda a la Cumbre Iberoamericana que comienza mañana en Mar del Plata es como si su par de EE UU, Barack Obama, faltara a una Cumbre de las Américas. Sin embargo, la cita marplatense, a orillas del Atlántico, provocará sus oleajes.

Uno de los presidentes que le darán color a la cumbre será el de Venezuela, Hugo Chávez, a quien el rey Juan Carlos le espetó en la cita iberoamericana de 2007 el recordado "¿por qué no te callas?". Pero Chávez no planea atraer la atención hacia la cumbre en sí sino a un acto paralelo que organizará en un estadio de baloncesto. Hace cinco años preparó en un estadio de fútbol, de forma paralela a la Cumbre de las Américas, la "cumbre de los pueblos", donde declaró el "entierro" del Área de Libre Comercio de las Américas, el proyecto que promovía el entonces presidente de EE UU, George W. Bush.

Pese a estar acosado por la crisis europea, sí acudirá el primer ministro de Portugal, José Sócrates. También lo hará el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que se despedirá de las cumbres iberoamericanas con un encuentro con el rey Juan Carlos que, junto a la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, serán los máximos representantes de España, ante la ausencia de Zapatero.

Pero lo más concreto de la cumbre será el compromiso de los países latinoamericanos de invertir en educación un fondo adicional de 78.000 millones de euros hasta 2021, que serán financiados sobre todo por los propios países, pero también por España, Portugal, organismos internacionales y empresas españolas como Telefónica y BBVA.